¿Y si se hunde el bote?
“Deyanira, ¿qué piensas de todo esto?”, preguntó el abuelo.
Deyanira miró a su alrededor el bello paisaje: el río que hacía ondas en la proa de la embarcación, los altos pinos, las esponjosas nubes y un cielo muy azul. “Está lindo”, dijo, metiendo su mano al agua.
“No pareces estar muy emocionada”, opinó el abuelo. “¿Pasa algo?”
“Estoy pensando en el tiroteo del que oímos en las noticias”, señaló Deyanira. “¿Y si algo así sucede en mi escuela? ¡Tengo miedo!” La niña se agarró de los lados del bote, mientras este se tambaleaba.
“¡Deyanira!”, exclamó el abuelo. “¡El bote se está hundiendo!”
“¿Qué?” La niña se dio la vuelta para ver a qué se refería. El asiento de su abuelo estaba rodeado de agua completamente y solo los bordes de la canoa sobresalían. Ella observó cómo ese lado se sumergía.
“Estoy a punto de quedar empapada”, pensó la niña, y se lanzó al agua fría. Pero su cabeza no se hundió, su chaleco salvavidas la mantenía arriba, tal como lo esperaba. El bote volvió a salir a la superficie, pero ahora flotaba de cabeza. Zapatos, una cuerda, una chaqueta y otros artículos flotaban a su alrededor.
“Deyanira, ¿estás bien?”, preguntó el abuelo.
“Estoy bien”, contestó. “¿Qué fue lo que pasó?”
“El bote debe haberse estado llenando de agua por un rato, pero no me di cuenta porque estoy con botas hasta la rodilla”, explicó el abuelo. “Cuando me di cuenta, ya era muy tarde. Tomemos nuestras cosas y empujemos el bote hacia la orilla”.
Abuelo y nieta fueron detrás de la mayor cantidad posible de sus pertenencias. Nadaron junto a la canoa, empujándola con ellos.
“Acabo de darme cuenta de algo, abuelo”, afirmó Deyanira mientras halaban la canoa a la orilla del río. “Cuando supe que el bote de estaba hundiendo, no me sentí preocupada porque sabía que mi chaleco salvavidas me mantendría a salvo. Supongo que también puedo confiar en que Jesús me cuidará”.
“Tienes razón, Deyanira”, indicó el abuelo. “Nos pueden pasar cosas malas, pero no tenemos que vivir asustados. Podemos confiar en nuestro chaleco salvavidas: Jesús. Él murió para que podamos tener vida eterna, y nada nos podrá separar de Él. Jesús nos promete que estará con nosotros en los momentos difíciles, aun si nos enfrentamos a la muerte, y nos dará paz”. – AMY GLENDINNING
CONFÍA EN EL SEÑOR
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 16:33 (NTV)
AQUÍ EN EL MUNDO TENDRÁN MUCHAS PRUEBAS Y TRISTEZAS; PERO ANÍMENSE, PORQUE YO HE VENCIDO AL MUNDO.
¿Te preocupan por las cosas atemorizantes que oyes en las noticias? A lo mejor has experimentado eventos traumáticos en tu propia vida. La Biblia no garantiza que no nos pasarán cosas malas. De hecho, nos dice que esperemos problemas en este mundo de pecado. Pero también nos promete que Jesús estará con nosotros, pase lo que pase. Él nos da esperanza y paz, para que no tengamos que vivir con temor.
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