Etiqueta de amor
“¿Ya regresaste? ¿Tan pronto?”, preguntó mamá cuando Febe entró con una bolsa del supermercado. “¿Encontraste la pasta de tomate sin problemas?”
“Claro que sí. Y mira qué más compré”. Febe sacó varias latas de la bolsa. “Fueron muy baratas porque se quedaron sin etiquetas. Te ahorré bastante dinero”.
La madre frunció el ceño. “¡Pero no sé qué hay adentro!” La señora rio. “Está bien. Elige una para la cena de hoy. Sea lo que sea, tendrás que comer un poco, ¿bueno? ¡Si la compras, la comes!”
“¡Está bien!”, exclamó Febe. “¡Qué divertido!” La niña miró el conjunto de latas sin etiqueta y apartó una para la cena. “Creo que es maíz”, señaló.
Esa noche, en la cena, el hermano de Febe, Fabricio, arrugó su nariz cuando se sentó a comer. “¿Qué es ese olor?”
Mamá puso un tazón en la mesa. “Es repollo fermentado que Febe eligió para nuestra cena. Espero que te guste”. Ella rio al ver la mirada de desánimo en el rostro de Febe. “Hija, sírvete primero. ¡Trata de dejarnos un poco a los demás!”
Papá rio cuando oyó la historia de las latas sin etiqueta y se sirvió una porción grande del repollo fermentado. “Bueno, me alegra que hayas comprado esto. No lo había comido en años. ¡Me encanta el repollo fermentado!” Pero después de probarlo, Febe y Fabricio no estuvieron de acuerdo.
“Me preguntó qué más habré comprado”, indicó Febe, preocupada. “¡Con razón esas latas eran tan baratas!”
Esa noche, para el devocional familiar, Dios entregó una Biblia a cada uno. “Como hemos aprendido, las etiquetas son muy importantes”, afirmó. “Los cristianos también tienen etiquetas. Una de ellas se encuentra en Juan 13:34-35. ¿Quién puede decirme cuál es?”
Febe y Fabricio se apresuraron a buscar el pasaje para ver quién lo encontraba primero. “¡Lo tengo!”, exclamó Febe. “Es el amor”.
“Correcto”, dijo el padre. “Dios dice que las personas deberían poder ver que somos cristianos por nuestra etiqueta de amor. Nuestras acciones y actitudes hacia otros deberían reflejar el amor que Jesús nos ha mostrado”.
“Febe, deberías servirte más repollo fermentado”, aseguró Fabricio con una sonrisa burlona. “Esa sería una muestra de tu etiqueta de amor, porque entonces los demás no tendríamos que comer tanto”. Cuando Febe frunció el ceño, su hermano rio y se sirvió un poquito más. “Es una broma. Creo que me está empezando a gustar”, comentó, y Febe no pudo contener una risita traviesa. – HAZEL MARETT
EL AMOR ES ACCIÓN
VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 3:18 (NTV)
QUERIDOS HIJOS, QUE NUESTRO AMOR NO QUEDE SOLO EN PALABRAS; MOSTREMOS LA VERDAD POR MEDIO DE NUESTRAS ACCIONES.
¿Pueden ver otras personas que tienes amor por la forma en que las tratas? ¿O tienes el hábito de menospreciar a otras personas, de burlarte de ellas o de ignorarlas? Esas no son formas de mostrar a otros que le perteneces a Jesús. Como cristianos, debemos reflejar el amor que Él nos ha mostrado al ser amables, honestos y prontos para perdonar. Vístete con tu etiqueta de amor para que todos puedan ver que le perteneces a Jesús.
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