Vivos o muertos

—¡Que no! —la voz de Santiago se oyó en toda la casa.

—¡Que sí! —Ariana le gritó en respuesta a su hermano mayor.

—¡No tengas la mente tan estrecha! —dijo Santiago con enojo—. Cuando seas mayor, aprenderás más sobre el mundo y te darás cuenta de que no siempre tienes la razón.

—Bueno, ¡papá es mayor que tú y estoy segura de que él está de acuerdo conmigo! —exclamó la niña, cruzando los brazos. Ella se volvió a su padre, que acababa de entrar en la habitación—. Santiago ha estado aprendiendo de las diferentes religiones y cree que todas son tan buenas como la nuestra —explicó.

—¡Yo no dije eso! —protestó el niño—. Pero siempre deberíamos estar dispuestos a escuchar a otras personas y pensar en lo que dicen, en lugar de estar tan seguros de que somos los únicos que tenemos la razón.

—Bueno, aprendí un versículo en la iglesia que dice que nadie llega al cielo, excepto a través de Jesús —indicó Ariana—. Es así, ¿verdad, papá?

Los dos niños miraron a su padre con expectativa.

—Sí, hija —afirmó papá—. La Biblia es muy clara al decir que Jesús es el único camino hacia la vida eterna.

—Pero algunos de los líderes religiosos de los que estamos aprendiendo en la escuela eran muy buenas personas —reclamó Santiago.

—Puede que sea así, pero piensa en esto —señaló su padre—. ¿Tu maestro te ha enseñado sobre la tumba de Mahoma? ¿O sobre la tumba de Buda? Se puede visitar los lugares donde están enterrados esos hombres, ¿verdad?

Santiago se encogió de hombros.

—Supongo que sí. También podría visitar la tumba donde Jesús fue enterrado.

—Si visitaras cada una de esas tumbas o sepulcros, ¿qué encontrarías ahí? —preguntó papá.

Ariana sonrió.

—En la tumba de Jesús no encontrarías nada, así como lo vieron María y los discípulos en el primer Domingo de Resurrección. Pero las otras tumbas no están vacías.

Su padre asintió.

—Ariana tiene razón. Jesús murió para pagar el precio por nuestros pecados, pero después resucitó para que podamos tener vida eterna. Los hombres de los que estás aprendiendo tal vez fueron maestros muy inteligentes, de hecho, muchos imitan las enseñanzas de Jesús. Pero ninguno de ellos tomó sobre sí mismo nuestros pecados, ni murió para tomar nuestro castigo, ni después volvió a la vida para salvarnos. Esos hombres siguen muertos. Si eliges confiar en cualquier otro que no sea Jesús, estás eligiendo la muerte, no la vida.

LORE WOLIF

SOLO JESÚS TRAE VIDA

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:6

JESÚS LE DIJO: «YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MÍ».

¿Sabes la diferencia entre el cristianismo y las demás religiones? El cristianismo es la única que tiene un Salvador resucitado. Los líderes que empezaron todas las demás religiones están muertos, ¡pero Jesús está vivo! Él murió, pero resucitó. La única manera de tener vida eterna es confiando en Él. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). En este Domingo de Resurrección, ¡alaba a Dios por habernos dado un Salvador vivo!

FELIZ DOMINGO DE RESURRECCIÓN

¡Jesús está vivo!