Vasos de barro
—No entiendo por qué la señorita Wong eligió a Melania para cantar el solo en la iglesia, en vez de mí —comentó Fernanda mientras aplanaba un poco de barro rojo en la mesa—. Soy la mejor cantante del coro y tengo mejor presencia en el escenario que Melania —ella acomodó su cabello detrás de su hombro—. La señorita Wong dice que tengo un talento natural para la música.
—¡Y un talento natural para presumir! —balbuceó Benito.
Fernanda le hizo una mueca a su hermano mientras comenzaba a moldear el barro para formar un vaso fino.
—Solo estás celoso porque soy más inteligente que tú.
Benito suspiró impacientemente y salió de la sala. Fernanda se quedó admirando su obra de arte.
—Me gustaría poder meter este vaso en el horno para que pueda poner agua aquí, pero se verá muy bonito ahí en la repisa de todos modos —ella sonrió a su madre—. Además, la señora Blanco dice que soy toda una artista.
Mamá miró el trabajo de Fernanda.
—¡Bueno, ese tazón azul que hiciste ayer se ve fantástico! Y este vaso rojo también está muy bonito. Pero las dos piezas de cerámica deben ser tan talentosas e inteligentes para ser tan lindas.
—¿A qué te refieres? —preguntó Fernanda con el ceño fruncido—. Las cosas no son inteligentes ni talentosas. Eso soy yo, yo las hice. Eran solo pedazos de barro. Yo soy la responsable por la forma en que terminaron.
—Eso es verdad —dijo su madre—. Es como las personas, ¿verdad? Por ejemplo, puede que seas inteligente, artística y una buena cantante, pero ¿quién es el responsable de eso? ¿Quién te creó así?
Fernanda bajó la mirada.
—Dios me creó así —indicó al fin.
—Entonces, ¿quién debería recibir el crédito y la alabanza? —preguntó mamá.
—Dios —admitió Fernanda.
Su madre asintió.
—Dios es el que te dio tus talentos y habilidades, y Él también los da a todos. No todos son los mismos, pero son igual de importantes, porque tienen el propósito de ser usados para dar gloria a Jesús y compartir Su amor con otros. Podemos confiar en que el Señor nos ayudará a hacerlo —mamá apuntó el vaso de Fernanda—. Así como tú moldeaste cuidadosamente esa bola de barro para formar un vaso hermoso, Dios nos está moldeando para que seamos más como Jesús. Así que no presumas de las cosas que puedes hacer. En lugar de eso, recuerda que son regalos de Dios y úsalos para servir a otros.
TANYA FERDINANDUSZ
NO PRESUMAS
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 4:7 (PDT)
¿QUIÉN HA DICHO QUE TÚ ERES MEJOR QUE LOS DEMÁS? TODO LO QUE TIENES, DIOS TE LO HA DADO. ENTONCES, ¿POR QUÉ PRESUMES COMO SI LO HUBIERAS CONSEGUIDO TÚ MISMO?
¿Tienes talento para ciertas cosas? ¿Haces saber a los demás que Dios es el responsable por las cosas que haces bien? Todas tus habilidades y dones te fueron dados por Dios. Él entrega todos dones diferentes pero igualmente importantes, para que podamos usarlos para servirnos unos a otros en amor. Así que no presumas por las cosas que puedes hacer. Más bien, usa tus dones para demostrar a los demás cómo Dios te está moldeando para que seas más como Jesús.
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!