Vale la pena

—Oye, hijo —le dijo su padre a Jamal mientras recogía los platos del almuerzo—, después de ayudarle a tu mamá con la limpieza, vayamos al parque.

—No, está bien —contestó Jamal en voz baja—. En realidad, no quiero ir.

—Eso no es normal en ti —opinó papá—. Usualmente te encanta ir al parque. ¿Qué sucede?

Jamal dudó y después dijo:

—Escuché a un par de señoras conversando esta mañana sobre lo difícil que debe ser para ti y para mamá cuidarme con mi discapacidad. Siento que no es justo que ustedes tengan que hacer por mí todas esas cosas extra que los otros niños no necesitan. Ya tienen tanto qué hacer; no vale la pena que pierdan el tiempo así.

El padre puso su mano en el hombro de su hijo.

—¿De qué se trató nuestra lección de la escuela dominical en la mañana? Y más te vale que lo recuerdes, ¡porque yo soy tu maestro!

Jamal rio.

—Era sobre ese hombre poseído por un demonio al que Jesús sanó.

—Sí —respondió papá mientras buscaba su Biblia—. Pero hay algo muy importante en esa historia que no tuve el tiempo de mencionar en la mañana. En el capítulo anterior, Jesús se pasó todo el día predicando a un lado del lago y después les pide a Sus discípulos que Lo llevaran al otro lado del lago en una barca. Ahí tuvieron que pasar por una terrible tormenta durante la noche, que Jesús silenció con solo Sus palabras, y luego llegaron sanos y salvos a la orilla, donde este hombre vivía entre las tumbas. Y mira aquí, después de sanar al hombre, ¿a dónde va Jesús después?

Jamal miró el versículo.

—¿Volvió a cruzar el lago?

—Así es. Jesús se tomó Su tiempo y el tiempo de los discípulos, y arriesgó todas sus vidas en esa tormenta, solo para ir a buscar a un hombre con el que todos los demás se habían dado por vencidos —el padre miró a Jamal a los ojos—. Jesús creía que una persona valía la pena todo Su tiempo y energía ese día. ¿Crees que Jesús siente algo diferente por ti?

Las lágrimas llenaron los ojos de Jamal mientras decía que no con la cabeza.

—De hecho, Jesús está tan seguro de tu valor que murió en la cruz por ti —agregó su padre.

—Entonces, lo que estás diciendo es que, si soy tan importante para Jesús, también soy muy importante para ti y para mamá, ¿verdad?

Papá sonrió y gritó hacia la cocina.

—Mi amor, ¿es Jamal importante para nosotros?

Mamá levantó su vista de los platos y sonrió.

—¡De eso no hay ninguna duda! ¡Ahora vayan al parque para no desperdiciar ese lindo sol!

KAREN MCMILLAN

VALES LA PENA PARA JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: LUCAS 12:6-7

¿NO SE VENDEN CINCO PAJARILLOS POR DOS MONEDITAS? Y SIN EMBARGO, NI UNO DE ELLOS ESTÁ OLVIDADO ANTE DIOS… NO TEMAN; USTEDES VALEN MÁS QUE MUCHOS PAJARILLOS.

¿A veces te cuesta creer que vales la pena? Quizá sientas la tensión de los demás y pienses que eres demasiado trabajo para ellos. Jesús nunca se siente así por ti. Él te creó con un propósito y sacrificó Su vida por ti. ¡Vales la pena y eres amado!