Una y otra vez
—¡Simón! —gritó mamá—. Ven a preparar tu lección para el club de Biblia. ¡Has estado trabajando con Rey por casi una hora!
—Pero, mamá, si no entreno a Rey cada vez que pueda, no estará listo para la exhibición de perros la próxima semana —respondió Simón—. Además, ya leí mi lección. Es solo la historia de Daniel y los leones. No necesito estudiar más. ¡Ya la he oído mil veces!
—No creo que la hayas escuchado tantas veces —opinó su madre—. Ven y prepara tu lección. Te vas a sorprender y aprender algo nuevo.
—¡Lo dudo! —refunfuñó Simón al entrar a la casa. El niño se dejó caer en la silla; su Biblia y su libro de lecciones estaban sobre la mesa. Cinco minutos después, el niño salió por la puerta—. ¡Mamá, ya terminé! ¡Voy a entrenar con Rey!
Esa noche, Simón no podía dejar de hablar de su perro y de lo bien que estaba aprendiendo.
—Desde que Rey era un cachorrito, le he enseñado a obedecer haciendo que repita las cosas una y otra vez, hasta que las haga bien.
—Sí, lo sé —dijo su madre—. Eres tan paciente con él y se nota que ha aprendido a confiar en ti y quiere obedecerte —ella sonrió a su hijo—. Al igual que Rey, has aprendido muchas cosas desde que eras pequeño, lecciones de la Biblia sobre quién es Dios y cuánto Él te ama. Y así como Rey, necesitas escuchar esas lecciones más de una vez, para que las asimiles. Cada vez que escucho una historia de la Biblia, aprendo algo nuevo de ella, una verdad sobre Dios que nunca había visto antes. Y mientras más aprendo sobre Jesús y Su amor por mí, más quiero confiar en Él y obedecerlo. Escuchar sobre el amor y la fidelidad de Dios en la Biblia, una y otra vez, puede ayudarnos a crecer en nuestra relación con Él.
—Entonces, ¿me estás diciendo que no importa si he tenido la misma lección muchas veces? —preguntó Simón.
—Tú enseñas las mismas lecciones a Simón día tras día —señaló su madre.
Simón asintió, pensativo.
—Esta tarde preparé muy rápido mi lección de la Biblia —confesó—. Probablemente debería volver a repasarla —el niño rascó la cabeza de su perro—. Ayúdame, Rey. ¡Vamos! —Rey siguió fielmente a Simón a su habitación. — DEBORAH S. MARETT
APRENDE DE LA BIBLIA UNA Y OTRA VEZ
VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 23:12
APLICA TU CORAZÓN A LA INSTRUCCIÓN Y TUS OÍDOS A LAS PALABRAS DEL CONOCIMIENTO.
¿Te cansas de oír las mismas historias de la Biblia una y otra vez? Cada historia de la Biblia contiene la verdad acerca de Dios y Su infinito amor y fidelidad. Eso significa que cada vez que escuchas la misma historia, aprendes algo nuevo. La próxima vez que oigas una historia que ya conoces, piensa en lo que dice sobre Jesús y Su amor por ti. ¿Cómo te anima a confiar en el Señor y obedecerlo?
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