Una visita al capitolio
—A ver, clase, tenemos un cambio de planes —gritó la señorita Andrade desde la parte de adelante del autobús. Ana casi no podía oírla por la lluvia y el viento que golpeaban las ventanas del vehículo—. Debido a la tormenta, hoy no podremos visitar el zoológico después de todo. Sin embargo, el capitolio del estado no está lejos, y dijeron que podían arreglar un tour de último minuto, así que iremos allá.
Todos los niños se quejaron, excepto Evelyn, la amiga de Ana, que empezó a brincar de la emoción en el asiento, junto a ella. Cuando llegaron al edificio del capitolio, un guía de turismo los saludó en la puerta y los guio por un pasillo largo decorado con estatuas llamativas.
—Qué aburrido —se quejó uno de los niños, y haló la manga del guía de turismo—. ¿Podemos ver al gobernador?
El guía negó con la cabeza.
—Aunque a él le encantaría conocerlos, el gobernador no puede atender a cada escuela que nos visita. Miles de niños visitan el edificio cada año.
En ese momento, varias personas que se veían importantes salieron del elevador.
—Ese es el gobernador, el del traje gris —susurró el guía de turismo.
De repente, Evelyn empezó a correr hacia el grupo de personas.
—¡Tío Miguel! —llamó.
El gobernador se dio la vuelta y estiró los brazos cuando vio a Evelyn, para darle un abrazo; después caminó con ella para regresarla con el resto de sus compañeros, que miraban la escena boquiabiertos.
—Mi sobrina me cuenta que no pudieron hacer su visita al zoológico —comentó—. ¿Tal vez, en lugar de eso, quisieran ver mi oficina?
Esa noche, Ana contó a su familia muy emocionada todo lo que su clase había visto ese día en el capitolio, gracias a Evelyn.
—Como dicen, todo depende de a quién conoces —señaló su hermano mayor.
—Es verdad —afirmó papá—. Evelyn te dio acceso al gobernador. Ella fue tu mediadora.
Ana sonrió.
—Ya sé lo que vas a decir después, papá. Esta semana en nuestro devocional hablamos de cómo Jesús es nuestro mediador, la persona que está entre nosotros y Dios. A través de Él tenemos acceso a nuestro Padre celestial, debido a que Jesús pagó el precio por nuestros pecados y nos hizo hacer las paces con Dios.
—Me alegra que hayas estado escuchando, hija… y tu viaje de hoy al capitolio es el ejemplo perfecto.
LINDA WEDDLE
JESÚS ES NUESTRO MEDIADOR
VERSÍCULO CLAVE: 1 TIMOTEO 2:5
PORQUE HAY UN SOLO DIOS, Y TAMBIÉN UN SOLO MEDIADOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES, CRISTO JESÚS HOMBRE.
¿Alguna vez has podido conocer a alguien que era famoso o has ido a un lugar especial debido a las personas que conoces? ¿Sabías que, por causa Jesús, puedes tener acceso a Dios? No puedes acercarte a Dios por tu cuenta por motivo de tu pecado, pero Jesús murió para limpiar tus pecados. Cualquiera que confíe en Él tiene acceso total a Dios. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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