Una oportunidad

—¡Hola, Sergio! —le gritó Camilo desde el pasillo a su amigo. Sergio abrió su casillero y esperó al ver que Camilo corría para hablar con él—. Quería preguntarte algo… ¿Quieres jugar a la pelota con el equipo de mi iglesia?

—Otros chicos me pidieron que jugara con ellos —le dijo Sergio mientras sacaba unos libros de su casillero—. Voy a ser el lanzador en su equipo.

—¡Pero deberías jugar en mi equipo! —exclamó Camilo—. Somos amigos. Los chicos de la iglesia realmente quieren que juegues con nosotros también.

Sergio cerró la puerta de su casillero con un golpe.

—Sí, y después van a querer que vaya a la iglesia con ellos —refunfuñó—. Para decirte la verdad, es por esa razón que prefiero jugar con los otros chicos. ¡No quiero escuchar ninguna de esas cosas de iglesia o Jesús!

Mientras hablaba, un grupo de chicos bulliciosos vino corriendo por el pasillo hacia donde estaban Camilo y Sergio.

—Oye, Camilo —gritó el niño alto que estaba al frente—. Sergio jugará en nuestro equipo de béisbol. ¿Quieres jugar también con nosotros? Nos unimos a una liga que entrena los domingos por la mañana. ¿Qué te parece?

—Gracias —expresó Camilo—, pero yo, eh…

—Él va a la iglesia los domingos por la mañana —interrumpió Sergio.

—¿Camilo va a la iglesia? ¡Qué dulzura! —dijo un chico que traía puesta una camisa azul, y los demás se echaron a reír mientras se alejaban.

Camilo tragó en seco.

—Vamos, Sergio. Juega con nuestro equipo. ¡Por favor! Creo que vas a disfrutar conocer a algunos de los chicos con los que voy a la iglesia.

Sergio negó con la cabeza.

—Esta es mi gran oportunidad para ser lanzador. Puede ser la única oportunidad que consiga.

—Ven, Serio. ¡Apúrate! —gritó uno de los chicos. Sergio se puso su gorra de béisbol y se unió a los demás, que se dirigían a la salida riendo y bromeando.

Camilo se quedó ahí parado; las palabras de Sergio le quedaron resonando en sus orejas como un fuerte eco: «Puede ser la única oportunidad que consiga». El niño empezó a caminar hacia su casa. «Amado Jesús», oró. «Esperaba que esta fuera mi gran oportunidad para ayudarle a Sergio a conocer más cristianos que le ayuden a ver cómo eres Tú, pero no funcionó. Por favor, dame más oportunidades para ayudarle a Sergio a conocer más sobre Ti y cuánto lo amas. Por favor, dale otra oportunidad para que ponga su confianza en Ti».

SUSAN I. ZAMPICH

CONFÍA EN JESÚS AHORA MISMO

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 6:2 (PDT)

¡ESCUCHEN! ESTE ES EL MOMENTO PRECISO. HOY ES EL DÍA DE SALVACIÓN.

¿Has puesto tu confianza en Jesús? Él te invita a hacerlo hoy. Dios te ha dado la oportunidad de conocer a Jesús como tu Salvador. ¿La aprovecharás? El Señor es paciente y con frecuencia ofrece a la gente muchas oportunidades de confiar en Él, pero no sabes lo que pasará de un día, o de un momento, al siguiente. No pierdas esta oportunidad para venir a Jesús. Confía en Él como tu Salvador hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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