Una nueva adición

Macarena y su hermana menor, Raquel, miraban curiosamente a papá cuando este aclaró su garganta.  “Su madre y yo tenemos una sorpresa para ustedes”, les dijo.  Macarena inmediatamente esperó que fuera una nueva televisión de pantalla plana, mientras que Raquel se imaginó un viaje a Disneylandia. 

Mamá sujetó la mano del padre.  “Vamos a tener un bebé”, exclamó sonriendo.

“¿En serio?”, preguntó Raquel mientras brincaba de arriba abajo, emocionada.

“¡Deben estar bromeando!”, se quejó Macarena.

Mamá y papá se quedaron sorprendidos con esta reacción.  “Pensamos que eso te haría feliz”, opinó su madre.  “Disfrutas mucho cuando jugas con los bebés de nuestros amigos que vienen de visita”.

“¡Eso es diferente!”, comentó Macarena.  “No están aquí todo el tiempo.  ¿Voy a tener que cambiar pañales?  ¿Y cuidar al bebé cuando quisiera hacer otras cosas?  ¡Todo será diferente con un bebé!”

“Eso es verdad”, afirmó mamá, “pero estoy segura de que todos tenemos amor suficiente para compartir”.

Princesa, uno de los dos gatos de la familia, saltó al regazo de Macarena y ronroneó alegremente mientras la niña acariciaba su pelaje.  Tigre, el gato mayor, tomaba su siesta en un lugar cercano, acurrucado como una bolita.  Al mirar a su hija y a la gata más joven, papá sonrió.  “¿Recuerdas cuando Princesa era cachorrita y llegó a la casa?”, preguntó.  “¿Te acuerdas de cómo reaccionó Tigre cuando la trajimos?”

“Sí”, respondió Macarena.  “A Tigre no le gustó mucho al principio porque ella invadió su territorio, pero pronto se hicieron buenos amigos”.  La niña vaciló al pensar en lo que su padre estaba tratando de mostrarle.  “Entonces, ¿crees que me gustará tener un nuevo hermanito o hermanita una vez que esté con nosotros?”

Mamá y papá asintieron al mismo tiempo.  “Tendrás varios meses para acostumbrarte a la idea”, aseguró su padre.  “Mientras tanto, recordemos que todos los niños son preciosos para Jesús, así que oremos para que Él nos ayude a recibir al nuevo miembro de la familia con amor y gozo cuando llegue”.

“Está bien”, aceptó Macarena, dubitativa.  “¿Qué nombre le pondremos al bebé?  Espero que sea niño”.  Ella sonrió cuando notó las sonrisas de sus padres.  “Creo que ya me estoy acostumbrando a la idea”.  —  EDWIN J. HORTON

ACEPTÉMONOS UNOS A OTROS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 15:7

ACÉPTENSE LOS UNOS A LOS OTROS, COMO TAMBIÉN CRISTO NOS ACEPTÓ PARA LA GLORIA DE DIOS.

¿Necesitas dar amor a un nuevo bebé en tu familia?  ¿O quizá a uno de tus hermanos mayores?  ¿O a un estudiante nuevo en tu escuela?  Jesús ama a todos.  Incluso se tomó el tiempo para cargar a los niños pequeños y conversar con ellos durante Su tiempo en la tierra.  Él sabe que los niños son un regalo de Dios.  Cuando los hermanitos pongan a prueba tu paciencia, recuerda que Jesús los ama mucho a todos.  Confía en que Él te ayudará a amarlos también.

Clave de Hoy
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