Una lección de sacrificio

“¿Están listos?”, gritó el tío Ricardo para hacerse oír por encima del ruido del motor del bote.

“¡Listos!”, respondieron Alex y Susana al unísono.

Mientras avanzaban lentamente, la cuerda larga que conectaba la boya de Alex y Susana con la parte de atrás del bote comenzó a estirarse, al igual que sus estómagos.  Era la primera vez que se iban a deslizar en una boya por el lago y, mientras el bote aceleraba, su emoción era igualada solo por su miedo.

“¡Yupi!”, gritó Alex mientras su vehículo derrapaba por las aguas abiertas.  Susana, sin embargo, no decía nada y se aferraba con fuerza a las agarraderas de la boya.  Alex sintió que su hermana menor se asustaba más y más cada segundo.  La niña lo confirmó en poco tiempo.

“Haz que se detenga”, rogó.  Su voz temblaba, en parte por el miedo, pero más por el temor.

Alex hizo señas al tío Ricardo para que detuviera el bote.

“¡No me ve!”, exclamó Alex a Susana.

“¿Qué vamos a hacer?”, preguntó Susana. 

Alex sabía qué tenía que hacer.  Tomó una bocanada de aire, soltó las agarraderas de la boya y se sumergió en el agua.  Cuando volvió a salir a la superficie, Alex sintió alivio al ver que Susana seguía sentada arriba de la boya mientras el tío Ricardo detenía el bote.

Cuando estuvieron nuevamente sanos y salvos en el bote, Susana se sentó junto a su hermano.  “Sé que te caíste de la boya a propósito”, afirmó.  “Eso fue muy amable de tu parte”.

“Oh, no fue nada”, señaló Alex, secando su cabello mojado.

“Para mí fue todo”, contestó Susana.  “Lo que hiciste fue muy parecido a lo que Jesús hizo por nosotros.  Él hizo un enorme sacrificio para rescatarnos de nuestro pecado al venir a la tierra y morir en la cruz”.

“Supongo que tienes razón sobre eso”, admitió Alex.  “Sé que nunca podría hacer lo que hizo Jesús, pero puedo demostrar Su amor en maneras más pequeñas”.

“Sí”, indicó Susana.  “¡Como dejarte caer al agua para que yo no fuera la que caiga!”  —  CHUCK KRALIK

HAZ SACRIFICIOS POR LOS DEMÁS

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 15:13

NADIE TIENE UN AMOR MAYOR QUE ÉSTE: QUE UNO DÉ SU VIDA POR SUS AMIGOS.

¿Haces sacrificios por los demás?  Aun cuando hagas un pequeño sacrificio por otra persona, le estás apuntando al mayor sacrificio que Jesús hizo por nosotros.  Él murió en una cruz para limpiar tu pecado y darte vida eterna con Él.  ¿Cuáles son algunas maneras en que puedes mostrar el amor sacrificial de Jesús a los demás?