Un regalo gratis

Cirilo estaba tan emocionado. ¡Al fin había un buen clima, y era lo suficientemente grande como para montar una bicicleta con marchas de verdad! Él se subió en la bici que su madre le compró el año pasado en una venta de garaje y pedaleó por la calle. Entonces trató de cambiar de cambiar las marchas, pero su bicicleta de diez marchas no avanzaba de la tercera marcha. Regresó a su casa con tristeza. Mamá había acordado comprar la bici, pero todas las reparaciones tenían que salir de sus ahorros.

—Mamá, está dañada. La bicicleta no funciona. No se cambian las marchas.

Su madre conocía un taller de bicicletas que no quedaba muy lejos de su casa. Ella metió la bici en su automóvil y se dirigieron al taller. Cuando finalmente hicieron rodar la bicicleta, el trabajador del taller preguntó cuál era el problema. Cirilo lo explicó, con mucha ansiedad. No tenía mucho dinero ahorrado. ¿Y si era demasiado caro como para arreglarlo? ¿Y si no tenía arreglo? Pero dos minutos más tarde, el mecánico de bicicletas ajustó un cable y todas las marchas funcionaron perfectamente.

—¿Cuánto le debemos? —preguntó mamá.

—¡Nada! —respondió el mecánico.

—¿Está seguro? —Cirilo estaba escéptico—. Nadie hace nada gratis.

—Si me das las gracias, es suficiente —dijo el mecánico con una sonrisa.

—Bueno, entonces, ¡gracias! —expresó Cirilo.

Mientras el niño y su madre regresaban a su casa, Cirilo estaba lleno de alegría.

—No lo puedo creer —exclamó—. ¡Nunca nada es gratis en esta tierra!

—Bueno, sí hay una cosa que es gratis —aseguró mamá—. Y es lo mejor de todo.

—¿Cuál cosa es esa? —preguntó el niño.

Su madre le sonrió.

—Cuando Jesús murió en la cruz y resucitó, Él pagó el precio por nuestros pecados. El Señor nos ofrece el regalo gratuito de la vida eterna con Dios. ¡Y es gratis para nosotros, porque Jesús lo pagó! Si le hubieras dicho al mecánico que no querías el regalo gratuito que él te dio, hubieras tenido que pagarle por arreglar tu bicicleta.

—Y probablemente no hubiera tenido dinero suficiente —admitió Cirilo.

—Así como nosotros nunca hubiéramos podido pagar el costo por nuestros pecados —indicó mamá—. Por eso aceptamos el regalo gratuito.

—Por supuesto —afirmó Cirilo—. ¡Seríamos locos si no lo aceptáramos!

VICKY KASEORG

LA VIDA ETERNA ES GRATIS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 6:23

PORQUE LA PAGA DEL PECADO ES MUERTE, PERO LA DÁDIVA DE DIOS ES VIDA ETERNA EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO.

Si alguien te ofreciera un regalo gratuito, ¿lo tomarías? Cuando Jesús murió en la cruz, Él pagó el castigo por nuestros pecados al morir la muerte que nosotros merecíamos. Podemos elegir aceptar Su regalo de morir en nuestro lugar, o podemos rechazarlo y no tener vida eterna con Dios. ¿Qué vas a elegir? (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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