Un hijo para siempre

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Boris estaba tumbado en su cama con un libro cuando Set, su hermano mayor, entró a la habitación.  “Oye, Boris, ¿sabías que David Sánchez habló con el pastor Benítez ayer, después de la iglesia, y decidió confiar en Jesús como su Salvador?”

“Qué bien”, dijo Boris con poco entusiasmo.  “Quizá ahora deje de meterse en problemas”.  Luego frunció el ceño.  “Pero ¿y si no?  ¿Qué pasa si peca otra vez?  Siempre me he preguntado sobre eso.  Incluso tú… ¿Qué pasa si pecas otra vez?”

“¿Acaso crees que yo no peco?”, preguntó Set con una sonrisa.  “¡Guau!  ¡Sigue creyéndolo!”

“Pero ¿qué pasa si comenzaras a hacer cosas malas, como robar o tomar drogas?”, preguntó Boris.

“Bueno, cuando hago algo malo, eso no significa que deje de ser salvo”, contestó Set.  “Soy hijo de Dios para siempre”.

“No sé”, indicó Boris, dudando.  “Creo que voy a esperar a confiar en Jesús hasta que esté seguro de que puedo vivir bien”.

“Boris”, indicó Set, “nadie puede vivir bien.  Esa es la razón por la que Jesús murió en la cruz por nuestros pecados.  Solo podemos ser buenos ante los ojos de Dios cuando confiamos en Él”.  Pero Boris todavía no estaba seguro, y Set no podía convencerlo de lo contrario.

Unas semanas después, un niño mayor de la iglesia huyó de su hogar.  “Los Pérez están tan tristes”, dijo mamá.  “Esperan en Dios y oran para que pronto puedan tener noticias de Caleb”.

Set se dirigió a su hermano.  “Boris, qué cosa tan terrible es que Caleb ya no sea un Pérez, ¿no crees?”

“¿Qué estás diciendo?”, preguntó Boris.

“Bueno, Caleb se fue de la casa”, respondió Set.

“Pero todavía es un Pérez”, exclamó Boris.  “Todavía es su hijo, ellos quieren que vuelva a casa”.

“Correcto”, dijo Set.  “Y así como Caleb todavía pertenece a la familia Pérez, un cristiano que peca todavía pertenece a la familia de Dios.  Una vez que pones tu confianza en Jesús, eres un hijo de Dios para siempre.  Los cristianos todavía pecamos, pero cuando admitimos nuestros errores a Jesús, Él siempre nos perdona.  Si esperas hasta que seas lo suficientemente bueno para confiar en Jesús, eso nunca va a ocurrir.  Solo Él es bueno, y una vez que seas parte de Su familia, Él comenzará a obrar en tu vida para hacerte más como Él”.

Lentamente, Boris empezó a asentir con la cabeza.  Estaba comenzando a entender. – AGNES  LIVEZEY

LA SALVACIÓN ES PARA SIEMPRE

VERSÍCULO CLAVE: . JUAN 10:28

YO LES DOY VIDA ETERNA Y JAMÁS PERECERÁN.

¿Has postergado tu decisión de confiar en Jesús porque crees que no puedes vivir como lo debería hacer un cristiano?  Cuando conoces a Jesús, Él te perdona tus pecados y te da la habilidad de hacer lo correcto.  Pero recuerda que, una vez que hayas nacido en la familia de Dios, eres Su hijo para siempre.  Nada podrá cambiar esa realidad.  Si no te has unido a Su familia, ya no esperes más.  (Lee sobre las Buenas Nuevas aquí).