Un cuerpo milagroso
—¿Qué es eso? —preguntó Nieves cuando su hermano le mostró un objeto color verde claro que colgaba de una rama.
—¿No te parece genial? —preguntó Damián—. Se llama crisálida y adentro hay una oruga. O al menos algo que solía ser una oruga.
Nieves frunció el ceño.
—No me gustan las orugas —cuando entró en la casa, vio que su madre se limpiaba sus ojos llenos de lágrimas—. ¿Qué pasó? —preguntó la niña.
—Acabo de recibir una llamada —dijo su madre en voz baja—. La abuela Carmita falleció.
—¡Oh, no! —Nieves se echó a llorar—. ¡No quiero que se muera!
Mamá la tomó en sus brazos.
—Lo sé, hijita. Este es un día triste, pero podemos encontrar consuelo porque sabemos que la abuela está en el cielo con Jesús.
Nieves y Danilo nunca habían experimentado antes la muerte de alguien. Estaban un poco nerviosos cuando fueron con sus padres a la funeraria y caminaron hacia el ataúd donde yacía su abuela.
—Se ve como si estuviera dormida —comentó Nieves en voz baja.
Al día siguiente, los niños asistieron al funeral con sus padres y, después del servicio, todos fueron al cementerio.
Nieves permaneció callada cuando se sentaron en el patio durante la tarde.
—Pensé que mi abuelita estaba en el cielo, pero está bajo tierra —dijo al fin.
Mientras hablaba, Damián se acercó llevando la rama de la que colgaba la crisálida. Solo quedaba una telita delgada y transparente.
—Mira —indicó—. Ahora solo queda el cascarón.
Su madre asintió.
—La oruga tejió una crisálida sobre sí misma. Después de un tiempo, la reventó y de ahí salió una bella mariposa.
—¡Me encantan las mariposas! —declaró Nieves—. Son mucho más lindas que las orugas.
—Ese es un buen ejemplo de lo que pasó con la abuelita —afirmó papá—. ¿Recuerdan que estaba muy enferma? La abuela salió de su cuerpo y ahora es como una crisálida vacía. Hoy enterraron su cuerpo en una tumba, pero el alma de la abuelita se fue con Jesús. Pero un día Jesús resucitará el cuerpo de la abuela y lo hará como nuevo. Cuando eso suceda, ella tendrá un cuerpo nuevo que jamás envejecerá ni se enfermará ni morirá jamás. Jesús también nos dará nuevos cuerpos, ¡cuerpos que durarán para siempre!
En ese momento, una mariposa pasó volando junto a la nariz de Nieves.
—¡Miren! —exclamó—. Ahí va una oruga en su nuevo cuerpo.
BARBARA J. WESTBERG
LOS CRISTIANOS TENDRÁN NUEVOS CUERPOS
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 15:43 (NTV)
NUESTROS CUERPOS SON ENTERRADOS EN DESHONRA, PERO SERÁN RESUCITADOS EN GLORIA.
¿Has perdido a algún ser querido? La Biblia enseña que quienes confían en Jesús se irán con Él cuando mueran. A pesar de que sus cuerpos estén enterrados en una tumba, ya no están ahí. Un día, cuando Jesús resucite a todos los cristianos, Él nos dará nuevos cuerpos maravillosos, cuerpos que serán mucho mejores que los que tenemos ahora. Así como las orugas reciben nuevos cuerpos cuando se hacen mariposas, Jesús promete resucitar los cuerpos de los cristianos y hacerlos nuevos, para que duren por toda la eternidad.
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