Las cataratas del Niágara

—¿Tu botella de agua está llena? —preguntó papá, agregando dos sándwiches a su mochila.

—No, está vacía otra vez —respondió Tiago.

El niño fue a llenar su botella que tenía el adhesivo de una hoja de arce para recordar su primera visita a Canadá. El niño le entregó la botella a su padre y exclamó:

—¡Me muero de ganas de conocer las Cataratas del Niágara!

Cuando salieron del hotel, Tiago preguntó:

—Vamos a la cascada más grande, ¿verdad?

—Sí, la catarata Horseshoe. Es una caminata corta, así que podremos conseguir un buen lugar para verla antes de nuestro picnic.

Tiago caminó unos pasos de puntillas.

—No puedo ver nada todavía, ¡pero la puedo escuchar!

Apretaron el paso cuando el ruido de la caída del agua se hizo más fuerte.

—¡Ya la puedo ver! —exclamó el niño. Cruzaron la calle para ver la majestuosa cascada en forma de herradura. Encontraron un espacio vacío en la barrera de concreto asegurada con una baranda negra de metal. Tiago se aferró a la baranda para ver mejor—. ¡Qué genial! —él estaba maravillado al ver la caída de espuma blanca que chocaba con las rocas con tanta fuerza que el agua les salpicaba suavemente.

Papá sacó su cámara y pasó algunos minutos tomando fotografías.

—Tengo sed —anunció Tiago, y el padre le pasó su botella de agua. Después de varios sorbos, el niño devolvió la botella, diciendo—: Ya es suficiente. No me quiero quedar sin agua para nuestro picnic —entonces volvió a mirar las cataratas—. Papá, ¿y el agua de las Cataratas de Niágara? ¿No se acaba en algún momento?

—No, la fuente siempre está mandando más agua —respondió papá mientras guardaba su cámara—. ¿Sabes qué otra cosa nunca se acaba? El amor de Dios por nosotros. La Biblia describe el amor de Dios como algo que es eterno.

—¡Yo sé lo que eso significa! —dijo Tiago—. Dios nos ama ahora y siempre nos amará.

—Exactamente. Dios nos ofrece una provisión inagotable de amor que siempre estará disponible.

Al ver caer el agua, Tiago agregó:

—Es como las Cataratas del Niágara, que nunca se detienen porque el agua sigue fluyendo sin parar.

Papá asintió.

—Esa es una buena manera de decirlo. Dios nos ama sin parar. El amor que Jesús derrama en nuestras vidas cada día no dejará nunca de fluir. Es para siempre.

ELENA DEE

EL AMOR DE DIOS ES ETERNO

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 54:10 (NTV)

PUES LAS MONTAÑAS PODRÁN MOVERSE Y LAS COLINAS DESAPARECER, PERO AUN ASÍ MI FIEL AMOR POR TI PERMANECERÁ… —DICE EL SEÑOR, QUE TIENE MISERICORDIA DE TI.

¿Alguna vez te has detenido a pensar en cuánto Dios te ama? ¿Puedes hacer una lista de todas las bendiciones de tu vida? ¡Todo lo que es bueno viene de Dios y demuestra su gran amor por ti! Jesús murió por tus pecados para que puedas ser salvo y Él promete que te amará eternamente, hoy y siempre. En este día trata de identificar todas las maneras en que Dios te muestra Su amor.

Clave de Hoy
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