Tiempo de aprender

—Mamá —dijo una noche Jade mientras ayudaba a limpiar la mesa después de la cena—, estoy confundida.

—¿Sobre qué? —preguntó su madre.

—Bueno, Alicia actúa como si fuera mejor que los demás niños de la escuela, y les dice cosas feas. Me dijo que hace poco había puesto su confianza en Jesús como su Salvador, pero si realmente lo hubiera hecho, sería más amable. Estamos estudiando sobre el fruto del Espíritu en la iglesia, pero ella actúa como si nunca hubiera oído del tema.

Mientras Jade ponía los platos sucios en el lavavajillas, su gatita gris brinco en el mesón, ensuciando todo.

—¡Coco! ¡Bájate! —le regañó la niña, y la gata saltó y se fue caminando muy tranquila—. ¡Ahora tengo que limpiar este desorden! A veces quisiera no tener una gata. ¡A veces es todo un fastidio! —se quejó Jade mientras limpiaba el mesón.

—¿Quieres regalar a Coco? —preguntó mamá.

Jade negó con la cabeza. La niña cargó a Coco y acarició su suave pelaje.

—No puedo esperar que ya sepas todo lo que tienes que saber. Eres todavía una bebé y no voy a rendirme contigo; no te voy a regalar —le dijo.

—Eso es verdad —afirmó su madre—. Tienes que entrenarla y enseñarle a comportarse. Pero principalmente debes tenerle paciencia —mamá hizo una pausa—. Y estoy segura de que tampoco quieres regalar a Alicia.

Jade se veía confundida.

—¿Regalar a Alicia? ¿Qué quieres decir con eso?

—Quiero decir que no tienes que rendirte con ella. También es una bebé, lo que la Biblia llama «niños en Cristo». Ella necesita tiempo para aprender las lecciones de la Palabra de Dios y para que el Espíritu Santo trabaje haciendo que ese conocimiento se transforme en práctica en su vida. Él nos ayuda a todos a aprender y a crecer en nuestra relación con Jesús y nos moldea para que seamos más como Cristo. Así que ten paciencia con Alicia y ayúdala a aprender estas cosas, así como Dios es paciente con nosotras.

—Pero ¿cómo puedo ayudarla a aprender? —preguntó Jade.

—Sé una buena amiga y enséñale con tu ejemplo —expresó mamá—. Invítala a los programas de la iglesia, como el club de Biblia, para que pueda aprender más sobre Jesús y conocer a otros niños cristianos.

Jade sonrió.

—Está bien. Hablaré mañana con ella.

VICKI L. REINHARDT

TEN PACIENCIA CON LOS NUEVOS CRISTIANOS

VERSÍCULO CLAVE: GÁLATAS 5:22-23 (NTV)

EN CAMBIO, LA CLASE DE FRUTO QUE EL ESPÍRITU SANTO PRODUCE EN NUESTRA VIDA ES: AMOR, ALEGRÍA, PAZ, PACIENCIA, GENTILEZA, BONDAD, FIDELIDAD, HUMILDAD Y CONTROL PROPIO.

¿Eres paciente con los nuevos cristianos? Ten en mente que el Espíritu Santo todavía está trabajando en tu vida, igual en la vida de ellos, y que una característica del fruto del Espíritu es la paciencia. En lugar de criticar a los nuevos creyentes, confía en que Dios te ayudará a ser paciente con ellos mientras crecen en su fe. Ayúdalos para que aprendan más de Jesús y de la Biblia. Enséñales con tu propio ejemplo y preséntales a otros niños cristianos. Recuerda que tú también estás creciendo en el Señor, junto con ellos.

Clave de Hoy
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