Tarta de frijoles

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Josefa, asombrada por ver que su abuela derramaba frijoles en una masa para tartas.

—Estoy utilizando frijoles crudos como pesas para que mi masa se hornee de forma pareja —contestó la abuela.

Ella puso el molde en el horno y puso el temporizador. Josefa rio.

—¡Pensé que estabas haciendo tarta de frijoles!

La abuela sonrió.

—No, los frijoles agregan presión para que el aire no infle la masa. Mi masa se horneará hermosamente una vez que el verdadero relleno reemplace a los frijoles —ella apuntó un tazón con manzanas verdes—. Ese es nuestro relleno. ¿Te gustaría pelar esas manzanas?

—Claro. ¡Las manzanas me parecen mucho mejores que los frijoles para la tarta! —Josefa se puso a trabajar con el pelador—. Me encanta lo que horneas, abuelita. Nunca afecta mis alergias.

Al cortar la fruta, la abuela dijo:

—Debe ser difícil revisar todo lo que está en su comida.

Josefa levantó la mano. Contando con sus dedos, enumeró:

—Nueces, huevos, tomates y mariscos —la niña regresó a su trabajo—. No es justo. Algunas personas solo tienen una alergia… o no tienen ninguna.

El temporizador sonó. Utilizando los guantes para el horno, la abuela sacó la masa del horno y echó los frijoles en un tazón. La anciana dejó a un lado la masa y siguió rebanando las manzanas.

—Todos tenemos situaciones difíciles, o cargas, que nos hacen sentir pesados. Jesús conoce nuestras cargas. Cuando vino a la tierra, experimentó también cosas difíciles. Podemos confiar en que Él nos darla la fuerza cuando tengamos que pasar por dificultades, aun si no entendemos por qué —ella agregó el azúcar y la canela a la fruta—. No importa si nuestras cargas son grandes o pequeñas, Jesús está con nosotros y podemos depender de Él para que nos ayude. Él tomó voluntariamente la mayor carga de todas, nuestro pecado, para que algún día podamos ser libres de todos nuestros problemas, cuando Jesús regrese otra vez —ella agregó sal y jugo de limón en la mezcla—. A veces parecería injusto tener dificultades, pero pueden hacernos más fuertes y prepararnos para que nos convirtamos en lo que Dios quiere que seamos.

Cuando la abuela transfirió el relleno de manzana a la masa, Josefa exclamó:

—¡Es como esos frijoles! Tu masa los necesitaba para que estuviera lista para las manzanas. De otro modo, no podría convertirse en una deliciosa tarta de manzana.

La abuela sonrió.

—Correcto. Los frijoles ayudaron a que la masa tome la forma para algo mejor: las manzajas.

—¡No te olvides del helado! —agregó Josefa.

ELENA DEE

JESÚS CONOCE TUS PROBLEMAS

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 16:33 (PDT)

YO [JESÚS] LES DIJE ESTO PARA QUE ENCUENTREN PAZ EN MÍ. EN EL MUNDO USTEDES TENDRÁN QUE SUFRIR, PERO ¡SEAN VALIENTES! YO HE VENCIDO AL MUNDO.

¿Estás afrontando dificultades? ¿Te preguntas por qué las tienes, para comenzar? Jesús conoce tus desafíos y sabe por qué los tienes. Él puede usar tus cargas para ayudarte a crecer en tu relación con Él y moldearte para que seas la persona que Dios quiere que seas. Descansa en Jesús para que te dé fuerzas para afrontar tus problemas. Él está contigo en cada paso del camino.

Clave de Hoy
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