¿Tan diferente?

Laura entró inquieta, arrastrando los pies, a su nueva aula.  Sentía que todos los ojos estaban puestos en ella mientras usaba su andador ortopédico para avanzar lentamente hasta su escritorio.

La señora Pineda puso una gran sonrisa frente a la clase y anunció: “Queridos alumnos, a partir de hoy tendrán una nueva compañera.  Laura Monroy y su familia acaban de mudarse a nuestra ciudad y hoy es su primer día de clases.  Espero que la hagan sentir bienvenida”.

Laura miró a su alrededor y trató de sonreír, pero se sentía nerviosa y fuera de lugar.  Era difícil ser la niña nueva, pero era aún más difícil ser la niña nueva que usa un andador.

Más tarde, mientras Laura comía su almuerzo sola, una de sus compañeras se sentó junto a ella.  “Hola”, saludó la niña alegremente.  “Me llamo Belinda.  Me da mucho gusto conocerte.  ¿Quieres jugar conmigo en el recreo?”

Laura miró a Belinda con sospecha.  “¿No te da vergüenza de que te vean conmigo?”, preguntó.

“No.  ¿Por qué habría de darme vergüenza?”, preguntó Belinda.

Laura se encogió de hombros.  “Camino raro.  Tengo que usar un andador.  Soy tan… diferente.  ¿Eso no te molesta?”

“No, Laura, no me molesta.  No me importa cómo camines o si puedes caminar”.  Belinda hizo una pausa y agregó.  “La Biblia dice que has sido hecha ‘asombrosa y maravillosamente’.  Todos fuimos creados así, pero también todos estamos rotos.  Todos tenemos discapacidades de algún tipo.  A ti te cuesta caminar.  A mí me cuestan las clases de la escuela.  Solo porque nuestras luchas son distintas eso no significa que una sea peor que la otra”.

Laura pensó por un momento y luego sonrió.  “Tienes razón, Belinda.  Todos somos diferentes y Dios nos ama tal como somos.  Gracias por recordármelo”.

Belinda asintió.  “De nada, Laura.  Y un día Jesús sanará todo nuestro quebranto y nos hará nuevas.  ¡Recuerda eso también!”  La niña sonrió y mordió un bocado de su sándwich.  “Aceptemos nuestras diferencias y seamos amigas.  Por cierto, ¿alguien te había dicho que tienes una linda sonrisa?” — MADISON BLIZZARD

DIOS TE AMA TAL COMO ERES

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 139:14

TE DARÉ GRACIAS, PORQUE ASOMBROSA Y MARAVILLOSAMENTE HE SIDO HECHO.

¿Alguna vez has sentido nervios o te has cohibido porque crees que eres “diferente”?  Quizá luchas con una discapacidad física o mental, o te cuesta adaptarte.  Recuerda que Jesús te ama tal como eres y, aunque todos nosotros cargamos con el quebranto de este mundo pecaminoso de alguna manera, Él promete sanarnos.  Confía en que Él te ayudará a superar las dificultades y a ayudar a otros que también podrían sentirse “diferentes”.

Clave de Hoy
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