Tal como papá

Hazel rio mientras veía cómo su hermanito meno, Jacinto, jugaba en la sala.  Se había trepado al sillón favorito de su padre y estaba fingiendo que leía un libro.  El pequeño cruzó los pies, trató de alcanzar el reposapiés y gritó: “¡Mírenme!  ¡Soy igual a papá!”

Hazel no resistió las ganas de darle un abrazo a su hermanito.  “¡Quédate ahí para que podamos mostrarle a mamá que ya eres un niño grande!”, indicó.

Para cuando Hazel regresó a la sala con su madre, Jacinto había puesto el libro en su regazo y fingía quedarse dormido.  Incluso estaba recostado con las manos detrás de la cabeza, como su padre hacía cuando se quedaba dormido mientras leía.  “¿No te parece tierno, mamá?”  La niña rio.  “Está tratando de ser tal como papá”.

Su madre asintió.  “Así aprenden los niños.  Imitan a las personas que ven”.

“¿Alguna vez hice algo así?”, preguntó Hazel.  “¿Traté de imitarte a ti?”

“Claro que sí”, aseguró mamá.  “Solías fingir que estabas preparando la cena.  ¡Sacabas las ollas y sartenes de la alacena y me decías que estabas haciendo puré de papas!”

Hazel rio.  “Sí me suena a algo que yo haría.  Todavía me gusta hacer puré de papas”.

“De hecho, esto me hace acuerdo de mi lectura bíblica de hoy en la mañana”, comentó su madre.  “Los niños imitan a los padres y a otros adultos, y Dios quiere que Sus hijos imiten a Jesús”.

“¡Pero no podemos ver a Jesús!  ¿Cómo podemos imitar a alguien a quien ni siquiera podemos ver?”  Hazel hizo una pausa.  “Oh, ¡espera un momento!  ¡Tenemos la Biblia, que nos dice cómo vivió Jesús!”

“Así es”, afirmó mamá.  “Esa es una razón por la que debemos leer y estudiar la Biblia.  Ella nos habla de cuánto Jesús nos ama, tanto que sacrificó Su vida en la cruz para que podamos ser salvos.  También nos dice cómo respondió Jesús a las personas durante Su ministerio en la tierra.  Aprendemos acerca de Su relación con Dios Padre y cuánto Lo amaba y confiaba en Él.  Vemos las características de Su personalidad y cómo actuaba en diversas situaciones.  Cuando estudiamos la vida de Jesús y confiamos que Él nos ayudará a seguir Su ejemplo en nuestras propias vidas, aprendemos a vivir como Él vivió”.  — DEANA L. ROGERS

IMITA A JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 5:1

SEAN, PUES, IMITADORES DE DIOS COMO HIJOS AMADOS.

¿A quién imitas?  ¿A tu papá o mamá?  ¿A algún maestro?  ¿A algún deportista?  Los niños (y los adultos también) con frecuencia imitan a otras personas.  Eso es bueno si esta gente es una buena influencia, pero no te limites a imitar a otros.  La Biblia dice que Jesús es nuestro ejemplo principal.  ¿Lo estás imitando?  Lee la Biblia para que aprendas más sobre Jesús y Su amor por las personas.  Luego sigue Su ejemplo en tu propia vida.

Clave de Hoy
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