Sus ovejas (Parte 2)

“¡Jamal!  ¡Despierta!”

El niño abrió un ojo somnoliento y miró el reloj que estaba en su mesita de noche.  “¡Son las dos de la madrugada!  ¿Por qué el tío Roberto quiere despertarme a esta hora?”, se preguntó, sentándose lentamente.

“Necesito tu ayuda para mover a unas ovejas”, susurró el tío.  “Está lloviendo tan fuerte que el pastizal del sur podría inundarse.  Debemos mover a las ovejas que están allá”.  Ahora que estaba bien despierto, Jamal saltó fuera de la cama.

Después de varias horas de arduo trabajo, las ovejas estaban sanas y salvas y Jamal volvió a treparse en la cama.

Al día siguiente, el niño y su tío fueron a ver cómo estaban las ovejas en su nuevo pasto.  “¡Guau!”, exclamó Jamal cuando vio los ricos pastizales verdes.  “¡Esas ovejas nunca querrán irse de aquí!”

“Eso es lo que uno creerá, ¿no?  Pero…”  El tío Roberto apuntó con el dedo.  “¿Ves esa oveja que está por la cerca?  Está tratando de alcanzar las plantas que están al otro lado.  Tratará de llegar allá, a pesar de que este lugar tiene mejores pastos.  Ella hace cosas así todo el tiempo y les enseña los mismos trucos a sus corderitos.  A veces también le siguen otras ovejas”.

“¡Ella no sabe de lo que se pierde!”, aseguró Jamal.  “Tú le das todo lo que necesita, estás despierto a altas horas de la noche para cuidar de ella.  ¡Debería ser más inteligente!”

El tío Roberto sonrió.  “Tú nunca eres así, ¿verdad?  Nunca quieres algo más cuando Dios ya te ha dado tantas cosas buenas, ¿verdad?”

Jamal recordó cómo se enojó la semana anterior cuando su mamá no le dejó comprar una chaqueta que quería.  Con frecuencia se sentía descontento cuando veía a los niños de la escuela con cosas que su familia no podía pagar.  A veces, yo mismo soy como esa oveja”, admitió el tío Roberto.  “Necesitamos recordar que le pertenecemos a Jesús, el Buen Pastor, que dio Su vida para salvarnos.  Siempre nos está cuidando y nos provee todo lo que necesitamos.  A pesar de que afrontemos dificultades y decepciones en la vida, somos Sus ovejas y Él promete cuidarnos, pase lo que pase.  ¿Qué más podríamos querer?”  GERI WALCOTT

TEN CONTENTAMIENTO

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:11

HE APRENDIDO A CONTENTARME CUALQUIERA QUE SEA MI SITUACIÓN.

¿Estás contento con lo que Dios te da?  ¿O quieres más juguetes?  ¿Más ropa?  ¿Padres más permisivos?  Jesús te anima a orar por todo.  Ora por las cosas que necesitas y por las cosas que quisieras tener también.  A lo mejor Él te proveerá algunas de ellas, o tal vez no.  Recuerda que el Buen Pastor dio Su vida para salvarte y sabe lo que es mejor para ti.  Conténtate en Jesús, sabiendo que Él cuida de Sus ovejas.

Clave de Hoy
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