Ser valiente no es fácil
Chispas se esparcieron por el aire cuando Roberto arrojó leña en la fogata. “A ver, papá, ¿qué tal si me cuentas una historia de terror?”, sugirió el niño.
“¡De ninguna manera!”, exclamó Melisa. “Quiero dormir en la noche. ¿Y si nos cuentas una historia de cómo alguien fue valiente, aunque tuviera miedo?”
“¡Sí!” Roberto estuvo de acuerdo. “Como los soldados de un ejército. Ellos son valientes”.
“Más les vale que sean valientes”, afirmó su padre. “Como Van T. Barfoot, un nativo norteamericano de la tribu Choctaw, a quien le condecoraron con la Medalla de Honor en la Segunda Guerra Mundial”.
Roberto se sentó en un tocón más cerca del fuego. “¿Qué hizo?”
“Durante un ataque, las ametralladoras enemigas arrinconaron a sus compañeros soldados, pero Barfoot atravesó un campo minado para derribar él solo a los tres hombres armados. ¡Incluso regresó con 17 prisioneros!”
“¡Guau!”, se asombró Roberto. “En verdad era valiente”.
“Me gustaría ser valiente”, admitió Melisa. “Pero no soy un soldado. Solo voy a la escuela”.
“Hay muchas formas de ser valiente en la escuela”, aseguró papá. “¿Y sabes quién te ayudará?”
“¡Jesús!”, contestó Melisa.
“Sí”, indicó su padre. “Él te ayuda a ser valiente dondequiera que estés, y eso incluye la escuela. Ser valiente es hacer lo correcto, aun cuando tengas miedo. ¿Qué cosas te asustan en la escuela?”
“Los bravucones”, respondió Roberto. “Ellos asustan a todos”.
“Bueno, entonces, un acto valiente que podrías hacer sería ayudar a alguien que está siendo acosado al involucrar a un adulto”, dijo papá.
“¡Pero entonces también me harán bullying a mí!”, se quejó Roberto.
“Por eso se requiere valentía”, comentó el padre. “O quizá podrías invitar a alguien que no tenga amigos para que se juegue contigo en el recreo”.
“Eso es difícil”, opinó Melisa. “¿Qué dirían mis amigas?”
“Ser valiente no es fácil”, recalcó papá. “Pero recuerden que la Biblia dice que Jesús siempre está con nosotros y nos da fuerza y valentía para hacer lo que es correcto”.
“Bueno, puedo ser valiente si Jesús me ayuda”, reconoció Melisa.
“Barfoot hizo lo correcto para proteger a otros, a pesar de que tenía miedo”, recordó Roberto. “Supongo que podría ayudar a alguien que esté siendo acosado, ¡siempre y cuando Dios me ayude!”
“Puede que no recibas una medalla”, concluyó su padre, “pero con eso le mostrarás a esa persona el amor de Jesús”. — MATT SHOEMAKER
DIOS NOS AYUDA A SER VALIENTES
VERSÍCULO CLAVE: JOSUÉ 1:9
¡SÉ FUERTE Y VALIENTE! NO TEMAS NI TE ACOBARDES, PORQUE EL SEÑOR TU DIOS ESTARÁ CONTIGO DONDEQUIERA QUE VAYAS.
¿Te cuesta ser valiente? Es porque no es fácil arriesgarse para ayudar a otros, ¡da miedo! Pero Jesús siempre está contigo y promete darte fuerzas y valentía para demostrar a otros Su amor. Confía en que Él estará contigo y te ayudará a rescatar a otros, aun cuando sientas temor.
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