Recuerdos

Cuando Catalina y Eduardo llegaron a la casa, después de la escuela, encontraron a su madre sentada en medio de la sala, rodeada por pequeños montones de fotografías.  “Niños, ¿quieren ayudarme a organizar estas fotos?”, preguntó.

Ellos aceptaron, emocionados, y en pocos minutos Eduardo y Catalina reían al ver las imágenes, ya que algunas de ellas fueron tomadas hacía muchos años.

“¡Mira a mamá en esta fotografía!”, exclamó Catalina.  “¡Tiene el cabello en una cola!”

Eduardo rio.  “Aquí está Fiona cuando era una gatita bebé”.

Cuando su padre llegó a la casa, acompañó a los mellizos que estaban sentados en el piso.  Unos instantes más tarde, los tres reían al ver las fotografías de cuando eran bebés.

Al llegar la hora del devocional familiar, unas horas más tarde, papá les mostró dos imágenes.  Una de ellas era la fotografía de un viejo automóvil.

Mamá rio.  “¡Cielo santo!  ¿Recuerdas todos los problemas que nos dio ese carro?”

“Claro que sí”, contestó el padre.  “Cuando vi esta foto, me acordé de la vez que teníamos que reemplazar la transmisión y no teníamos el dinero para eso.  ¿Recuerdas cómo Dios proveyó los fondos al darme ese trabajo como pintor?”  La madre dijo que sí con la cabeza.

Entonces papá mostró la segunda imagen, una fotografía de Catalina en su bata de baño.  La niña se veía muy pálida.  “Esa foto fue tomada después de mi operación”, comentó Catalina, y la familia conversó sobre cómo su apéndice había estallado y los médicos habían dicho que podría morir.  “¿No creen que Dios fue bueno con nosotros?”, preguntó el padre.  “El Señor sanó a Catalina”.

Eduardo se quedó confundido.  “¿Qué tienen que ver esas fotografías con el devocional familiar?”

“Las traje como recordatorios”, respondió papá.  “Todos hemos estado ansiosos últimamente, preocupados de que vaya a perder mi trabajo con todos los cambios que hay en mi oficina”.

“Oh, claro”, dijo Eduardo en voz baja.

“Pero debemos recordar lo que Dios ha hecho por nosotros en el pasado.  Él proveyó la salvación para nosotros a través de Su Hijo, Jesús, y ha provisto para nuestra familia de tantas otras maneras también.  Así como Dios fue fiel en el pasado, seguirá guiándonos y ayudándonos en el futuro, sin importar qué cambios ocurran.  Somos Sus hijos y Él promete cuidar de nosotros”.

Catalina sonrió.  “Ver esas fotografías nos trae recuerdos de cómo Dios nos ha cuidado antes”, afirmó.  “¡Y eso nos ayuda a confiar en que Él lo hará otra vez!”  — RAELENE E. PHILLIPS

RECUERDA LA PROVISIÓN DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: DEUTERONOMIO 8:2

TE ACORDARÁS DE TODO EL CAMINO POR DONDE EL SEÑOR TU DIOS TE HA TRAÍDO.

¿Te preocupa el futuro?  Tal vez tus padres necesiten un trabajo o hubo una enfermedad, muerte u otra dificultad en tu familia.  Recuerda que Dios siempre es fiel.  Él provee para Sus hijos, a pesar de que podría ser de maneras que no lo esperabas.  Piensa en lo que Dios ha hecho por ti en el pasado y confía en que Él cuidará de ti en el futuro.

Clave de Hoy
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