Realmente es gratis
“¡Papá, mira!”, exclamó Larissa cuando su padre se detuvo en un semáforo una tarde de sábado. “Ese letrero dice: ‘Se lava automóviles gratis’”.
En ese momento, un joven se asomó por la ventana abierta. “¿Les gustaría lavar su auto gratis?”, preguntó, señalando al estacionamiento que estaba detrás de él, donde un grupo de adolescentes rociaba un vehículo. “¡Es gratis!”
“Claro que sí”, dijo el padre, resoplando. “Gratis y hay que dar una donación, ¿verdad?”
“No, ¡realmente es gratis! ¡En serio!”, respondió el joven. Pero el padre estaba seguro de que había alguna trampa, así que condujo hacia la casa.
Larissa se bajó del automóvil y lo miró. “Guau. Este auto realmente necesita que lo laven”.
Papá asintió para mostrar que estaba de acuerdo. “Saquemos la manguera y los trapos, y pongámonos manos a la obra”.
Cuando la madre vio lo que estaban haciendo, los detuvo. “Lleva el automóvil a la escuela. Hoy están lavando los autos gratis”.
El padre sonrió burlonamente. “¿Caíste en esa mentira? Debe haber alguna trampa”. “No, no hay ninguna trampa”, le aseguró mamá. “Recibí un correo electrónico que decía que varios negocios prometieron donar dinero por cada automóvil que los chicos lavaran. El dinero será destinado al banco de alimentos local. Mientras más autos laven, más dinero recibirá el banco de alimentos, pero a ti no te costará un centavo”.
“¿En verdad?” Papá corrió hacia el automóvil. “Vamos, Larissa. ¡Vamos a poner a trabajar a estos muchachos!”
Cuando el padre entró al estacionamiento de la escuela, había solo un hombre guardando la manguera en una camioneta. “Lo lamento, pero ya cerramos”, explicó. “Si hubiera venido un poco antes, habríamos lavado su automóvil con gusto, pero ya es demasiado tarde. Los jóvenes se fueron y ya guardamos los implementos”.
Larissa se quejó mientras regresaban a la casa. “Te perdiste de una lavada gratis para el auto solo porque no creías que era gratis”.
Papá suspiró. “Tienes razón”. Él miró a su hija, pensativo. “Lo mismo pasa con el regalo de Dios de la salvación. Probablemente pensemos que hay una trampa, que tenemos que pagar o trabajar por nuestra salvación de alguna manera. Pero Dios dice que es un regalo, que es gratis. Jesús pagó el precio de nuestro pecado al morir en la cruz, para que podamos tener Su regalo gratuito de la vida eterna”. – CHARLES VANDER MEER
LA SALVACIÓN ES UN REGALO
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 6:23 (NTV)
PUES LA PAGA QUE DEJA EL PECADO ES LA MUERTE, PERO EL REGALO QUE DIOS DA ES LA VIDA ETERNA POR MEDIO DE CRISTO JESÚS NUESTRO SEÑOR.
¿Sabías que la vida eterna es un regalo? Realmente es gratis. No puedes ganarte un regalo ni pagar por él de ninguna manera. Lo único que puedes hacer es aceptarlo. Hoy Dios te ofrece ese regalo, pero algún día será demasiado tarde para que lo recibas. ¡No esperes hasta que sea demasiado tarde! Confía en Jesús como tu Salvador ahora mismo y recibe Su regalo gratuito de la vida eterna hoy. (Haz clic aquí para que conozcas más acerca de las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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