Raíz de amargura

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—Muévete, Josué —dijo Lucas mientras enjuagaba los platos y los apilaba en el mesón de la cocina—. Estás actuando como un perezoso. ¡Tienes que hacer tu parte del trabajo!

Josué dejó de soñar despierto y lentamente comenzó a poner los platos en la lavadora de vajillas.

—Estoy haciendo mi parte —balbuceó.

—¡No es verdad! —respondió Lucas, enojado.

—¡Niños, niños! —dijo su madre cuando entró en la cocina—. Estoy cansada de las riñas constantes entre los dos. Son hermanos y deberían amarse mutuamente.

—¿Amarlo? ¿Quién podría amarlo a él? —preguntó Lucas—. Cada vez que hacemos cualquier cosa, Josué arrastra los pies para llegar, así que yo termino haciendo casi todo el trabajo.

—¡Eso no es verdad! —exclamó Josué—. ¡Mamá, él siempre me está fastidiando!

—¡Basta ya! —indicó mamá—. Tal parece que ambos necesitan un poco de trabajo extra para bajar los humos. Cuando hayan terminado con los platos, todos iremos al sembrío de fresas para arrancar las malas hierbas.

—¡Pero, mamá! —los niños trataron de protestar, pero en poco tiempo estaban todos ocupados en el huerto. Cuando terminaron, los hermanos estaban acalorados, llenos de polvo y demasiado cansados para pelear. Se sentaron mientras su madre fue a traer una jarra de limonada fría y unos bocadillos.

—¿Saben, chicos? —comentó mamá mientras les servía la limonada—. Esto me hace pensar en un versículo de la Biblia que habla sobre una raíz de amargura que crece y causa problemas en nuestras relaciones. Puedo ver que está empezando a brotar una amargura entre los dos. Eso podría destruir su amistad, tal como estas malas hierbas podrían destruir nuestro sembrío de fresas. Tuvimos que arrancar de raíz las malas hierbas para proteger a las fresas. Ahora trabajemos en arrancar de raíz la amargura de su relación, para que puedan volver a ser amigos. ¿Está bien?

Los niños se miraron y asintieron.

—Muy bien —expresó mamá—. Comenzaremos pidiéndole a Dios que nos ayude. Oremos para que Él guíe nuestra conversación y saque a la luz cualquier cosa que se haya dicho o hecho que esté provocando que la amargura crezca en sus corazones. Oremos para que el Señor les ayude a perdonarse el uno al otro y amarse, no solo como hermanos en esta familia, sino como hermanos en Cristo.

Su madre inclinó la cabeza para orar y los niños hicieron lo mismo. Más tarde, mientras bebían su limonada, conversaron sobre sus diferencias y cómo resolverlas.

PHYLLIS M. ROBINSON

NO GUARDES AMARGURA

VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 12:15 (NTV)

TENGAN CUIDADO DE QUE NO BROTE NINGUNA RAÍZ VENENOSA DE AMARGURA, LA CUAL LOS TRASTORNE A USTEDES Y ENVENENE A MUCHOS.

¿Sientes amargura por alguna persona? ¿Peleas con frecuencia con un hermano o hermana, con algún amigo o compañero de clase? Ve con esa persona y dialoga para resolver el problema. Si hiciste algo que le hizo daño, pídele perdón, y debes estar dispuesto a perdonar a la otra persona por cualquier cosa que te haya hecho. Confía en que Dios te ayudará a arrancar la amargura de raíz y reemplazarla con Su amor.

Clave de Hoy
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