Raíces
Mientras Mateo y Leo ayudaban a su padre a desenterrar tocones de árboles en un área detrás de su casa, Mateo se apoyó en su pala. “¿Está listo este tocón para sacarlo?”, preguntó con la mirada fija en donde estaba cavando.
Papá se acercó y lo revisó. “No está listo”, indicó. “Tienes que cavar un poco más”.
El padre tomó el hacha y se acercó al tocón de Leo. Trocitos de madera salieron volando mientras cortaba las raíces. “Este se ve listo para sacarlo”, aseguró papá, antes de enganchar una cadena desde su camioneta al tocón. Leo y Mateo dieron gritos de emoción cuando el tocón salió fácilmente.
Mateo siguió cavando y un rato después, su padre se acercó y cortó las raíces que el niño había desenterrado. Cuando el tocón estuvo listo para sacarlo, papá lo enganchó a la camioneta. Esta vez, las ruedas hicieron un pequeño esfuerzo, pero finalmente el tocón salió.
Después de la cena, el padre abrió su Biblia y leyó algunos versículos, enfatizando una frase: “arraigados y cimentados en amor”. Papá levantó la mirada. “¿Este versículo no les hace acuerdo de algo?”
Mateo y Leo se quejaron mientras frotaban sus músculos adoloridos. “Me recuerda a todas esas raíces que tuvimos que desenterrar para cortarlas”, comentó Mateo. “Esos tocones estaban arraigados y cimentados en el patio trasero”.
Su padre sonrió. “Tienes razón. Y este versículo dice que debemos tener raíces fuertes arraigadas en el amor. Dios es amor, entonces, ¿cómo podemos estar bien arraigados en Él?”
“Bueno, debemos conocer a Jesús como nuestro Salvador”, expresó Leo.
Papá asintió. “Jesús nos mostró el amor de Dios al morir en la cruz por nuestros pecados y, cuando confiamos en Él, llena nuestros corazones con Su amor. ¿Qué cosas podemos hacer para crecer en nuestra relación con Jesús?”
“Leer lo que Él nos dice en la Biblia”, sugirió Mateo. “Y orar”.
“¿Y también ir a la iglesia?”, agregó Leo.
“Bien”, les felicitó su padre. “Tener raíces firmes en Jesús involucra un estilo de vida totalmente diferente, de dependencia y confianza en Él. Fue difícil arrancar los tocones que tenían raíces bien arraigadas en la tierra, y es difícil que Satanás nos saque al pecado o nos arranque de nuestra comunión con Dios cuando estamos firmemente arraigados y cimentados en Jesús”. — HOPE L. ADERMAN
ECHA RAÍCES FUERTES EN CRISTO
VERSÍCULO CLAVE: COLOSENSES 2:7 (NTV)
ARRÁIGUENSE PROFUNDAMENTE EN ÉL Y EDIFIQUEN TODA LA VIDA SOBRE ÉL. ENTONCES LA FE DE USTEDES SE FORTALECERÁ EN LA VERDAD QUE SE LES ENSEÑÓ, Y REBOSARÁN DE GRATITUD.
¿Estás echando raíces fuertes en Cristo? ¿Pasas tiempo con Él en oración? ¿Lees la Biblia para aprender más y más sobre Él y lo que tiene que decirte? ¿Asistes a la iglesia fielmente? Cuando Dios obra en tu corazón y te enseña a depender de Él, tu sistema de raíces crecerá para que puedas permanecer firme frente al diablo, el pecado y cualquier otra cosa que ponga a prueba tu fe.
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