Piensa positivo

—¡Mamá! —gritó Eloísa desde la oscuridad de su habitación.

La madre subió corriendo para encontrar a su hija escondida bajo las cobijas, temblando.

—Hija, ¿qué pasa? ¿Estás enferma? —preguntó mamá ansiosa.

—No, no estoy enferma. Estoy asustada —balbuceó Eloísa.

—¿Qué te tiene tan asustada, corazón? —preguntó su madre.

—No quiero decirte —Eloísa miró de reojo a su mamá—. Te vas a enojar conmigo.

—Te prometo que no me voy a enojar —le aseguró su madre—. Puedes decirme cualquier cosa.

—Bueno, cuando estaba hoy en la casa de Mariana, vimos una película. Se trataba de personas que eran perseguidas y resultaban heridas. ¡Ahora no puedo sacar esos pensamientos de mi cabeza!

Mamá se quedó en silencio mientras arreglaba las cobijas en la cama de su hija.

—¿Recuerdas el fin de semana pasado, cuando tu equipo de béisbol estaba en las eliminatorias? —preguntó su madre.

—Sí —respondió Eloísa—. Estábamos tan nerviosas… ¡Nuestros oponentes estaban invictos!

—¿Y recuerdas lo que les dijo el entrenador antes del partido?

Eloísa asintió al recordar las palabras de su entrenador.

—Él dijo: «No piensen en todos los partidos que ellos ganaron o los jonrones que han marcado. En lugar de eso, piensen en lo bien que ustedes juegan como equipo. Recuerden lo que han practicado y enfóquense en que el bate tenga contacto con la pelota y que su guante atrape la bola en el aire. ¡Piensen positivo!» —Eloísa sonrió—. Creo que funcionó, ¡porque ganamos!

—Sí, ganaron —afirmó mamá—. La Biblia nos dice que hagamos lo mismo.

—¿En serio? —preguntó Eloísa con una mirada confundida.

—Sí —dijo su madre—. Un versículo en Filipenses nos dice que no nos preocupemos por nada, sino que más bien reemplacemos esos pensamientos de preocupación con las cosas que son verdaderas, honorables, justas, puras, bellas y admirables. Ustedes intercambiaron sus pensamientos de preocupación por el partido por la verdad de lo bien que podían jugar como equipo, y puedes hacer lo mismo con los pensamientos que tienes sobre esa película.

—¿En serio? —Eloísa se sentó—. ¿Cómo?

—Cada vez que tengamos malos pensamientos o de miedo, podemos enfocarnos más bien en las cosas buenas, como la verdad que Jesús siempre está con nosotros y desea que le entreguemos nuestros temores, para que podamos sentir Su paz.

Eloísa sonrió y se volvió a acostar.

—Gracias, mamá. ¡Voy a quedarme aquí acostada y pensar solo en cosas buenas!

LAURA KUEHN

TEN BUENOS PENSAMIENTOS

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:8 (NTV)

CONCÉNTRENSE EN TODO LO QUE ES VERDADERO, TODO LO HONORABLE, TODO LO JUSTO, TODO LO PURO, TODO LO BELLO Y TODO LO ADMIRABLE.

¿Alguna vez has visto u oído algo que te dio malos pensamientos? ¿A veces te cuesta sacar los pensamientos de miedo o preocupación de tu cabeza? No dejes que te dominen. Cuéntale a Jesús sobre los pensamientos que tienes y pídele que te ayude a reemplazarlos por buenos pensamientos. Cámbialos con la verdad que Jesús te ama y promete cuidar de ti para que puedas sentir Su paz.

Clave de Hoy
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