Piedras preciosas (Parte 3)
El tiempo de las vacaciones de Zoé con la tía Fátima había sido maravilloso, pero pasó muy rápido y pronto llegó el día en que la niña debía volver a su casa. El día antes de regresar, su tía le dio un regalo especial: un pequeño pendiente de oro con un pequeño diamante verdadero. Zoé chilló de la emoción. “¡Oh, es tan hermoso!”, exclamó. “Mira cómo brilla”.
“Ninguna gema brilla tanto como el diamante”, aseguró la tía Fátima mientras abrazaba a su sobrina.
“Mi mamá tiene un anillo con un diamante”, le contó Zoé. “¡Yo quiero uno cuando me comprometa para casarme!”
La tía Fátima rio. “Bueno, espero que eso sea en muchos años. Pero es verdad que cuando un hombre le entrega un diamante a una mujer, casi siempre es para demostrarle su amor. Es un regalo que comunica que desea estar con ella para siempre”. La tía hizo una pausa. “Eso me recuerda al regalo que Dios nos dio para demostrarnos Su amor… y Su regalo vale mucho, muchísimo más que un diamante”.
“¡Yo sé cuál es ese regalo!”, afirmó Zoé. “Es Jesús. Eso es lo que dice en Juan 3:16. Aprendí ese versículo cuando era pequeñita, y nuestro pastor dice que es el más conocido de toda la Biblia”.
“No lo dudo”, indicó la tía Fátima. “Digámoslo juntas”. Ambas recitaron el versículo al unísono. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
“Muchas veces un hombre le entrega un precioso diamante a la mujer que ama porque quiere pasar su vida con ella”, explicó la tía Fátima con una sonrisa. “Pero Dios nos entregó a Su propio Hijo, Jesús, para salvarnos del pecado, porque quiere que tengamos vida eterna con Él”.
Zoé acarició con delicadeza el diamante de su collar. “Gracias por este hermoso regalo, tía Fátima”, expresó. “Cada vez que lo vea, recordaré toda la diversión que tuvimos cuando vine a visitarte, y también me hará acuerdo del regalo más precioso de todos: cuando Dios entregó a Su Hijo, Jesús”. — RUTH I. JAY
DIOS ENTREGÓ A JESÚS AL MUNDO
VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 4:9 (NTV)
DIOS MOSTRÓ CUÁNTO NOS AMA AL ENVIAR A SU ÚNICO HIJO AL MUNDO, PARA QUE TENGAMOS VIDA ETERNA POR MEDIO DE ÉL.
¿Sabías que has recibido un regalo más precioso que los diamantes o el oro? No fue hecho con manos humanas y es algo que nunca podrías comprar. Es el regalo que Dios entregó a todo el mundo: Su propio Hijo, Jesús. Él te dio ese regalo porque te ama y quiere que pases la eternidad a Su lado. ¿Has aceptado Su regalo? Si no lo has hecho, ¡confía en Jesús hoy mismo! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Jesús tiene para ti).
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