Perdido en el laberinto
Clemente y sus amigos de la iglesia estaban muy emocionados por ir al laberinto en un maizal que había en una granja cercana. Cuando se reunieron en la entrada del laberinto, la mamá del niño les mostró el mapa que se exhibía allí. “Niños, cuando entren al laberinto, puede ser muy fácil que se pierdan del camino. Pero siempre tienen la opción de encontrar la torre más alta en la mitad, treparla, ver dónde están y así sabrán a dónde deben ir”, explicó la madre, señalando la torre de madera ubicada en medio del laberinto.
“¡No hay problema!”, respondió Clemente. “¡Esto es pan comido! ¡Seré el primero en salir!” El niño entró corriendo en el laberinto. Los demás siguieron más despacio.
Pero mientras Clemente se adentraba más y más lejos en el laberinto, se sentía más y más confundido. “Debería poder girar aquí, pero no puedo”, pensó. “Debería estar cerca de la salida, pero no la veo”. Entonces recordó lo que su mamá había dicho sobre trepar a la torre si uno se perdía. El niño espió dónde estaba la torre, encontró el camino hacia allá y la trepó. Inmediatamente se dio cuenta de dónde había empezado a desviarse del camino. También pudo ver la salida y qué dirección podría tomar al bajar para salir y reunirse con el resto de su grupo.
Cuando finalmente salió del laberinto, algunas personas de su grupo ya lo habían completado. Clemente corrió hacia su madre. “¡Mamá! ¡Tenías razón! ¡Estuve totalmente perdido en el laberinto, pero recordé lo que dijiste sobre trepar a la torre y así pude encontrar el camino de salida!”
Esa noche, en la cena, Clemente y su mamá conversaban sobre los acontecimientos de ese día. “¿Sabes?”, comentó su madre. “Lo que aprendiste hoy en el laberinto es una buena lección para que recuerdes toda tu vida. Cuando tratamos de ir por la vida por nuestra cuenta, solo terminaremos perdidos y confundidos. Necesitamos la perspectiva de Dios. Cuando conocemos a Jesús como nuestro Salvador, Él promete que siempre nos guiará en la dirección correcta. Podemos confiar en que Él nos ayudará con nuestros problemas y nos mostrará a dónde debemos ir cuando afrontamos situaciones difíciles. Nunca estaremos perdidos si Él está a nuestro lado”. — JONI K. SPEARS
JESÚS ES NUESTRO GUÍA
VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 3:6
RECONÓCELO EN TODOS TUS CAMINOS, Y ÉL ENDEREZARÁ TUS SENDAS.
¿Alguna vez te has perdido, tal vez en el supermercado o en un centro comercial? ¿Te dio miedo? ¿Alguna vez te has extraviado también en la vida? Cuando afrontes una dificultad o una situación incierta, busca a Jesús. Él tiene el control de todo y ve nuestras vidas desde una perspectiva diferente. Él te ayudará en los tiempos difíciles y te guiará hacia la salida. Confía en que Jesús siempre estará contigo y te mostrará el camino por donde debes ir.
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