Pegajoso o no
—Hoy hicimos panecillos de canela para la venta de comida que habrá mañana en la escuela —anunció Lexi al subir las gradas de su casa—. La señorita Solís nos llevó a la cocina y nos ayudó. ¡Estaban pegajosos y deliciosos! Nos dejaron comer uno cada uno, después de haber empacado todos los demás.
—¡Qué genial! —opinó su madre—. Mañana tendré que comprar algunos. Quizá podamos hacerlos también aquí en casa algún día.
—¡Sí! —exclamó Lexi—. Sería mucho más divertido hacerlos aquí. En la escuela solo pusimos un par de ingredientes. Yo me quedé estancada midiendo los ingredientes secos, la harina, la sal y el polvo de hornear. No estuvo mal, pero me hubiera gustado mezclar la parte pegajosa.
—Bueno, tu tarea sí era importante —aseguró mamá—. Y parece que los panecillos salieron bien, ligeros y esponjosos, ¿verdad?
—¡Oh, sí! —Lexi suspiró al pensar en ellos—. Sí, ¡quedaron ligeros, esponjosos y tan deliciosos!
—Sin el polvo de hornear, hubieran quedado aplastados y duros —explicó su madre—. Fue tu polvo de hornear el que hizo que los panecillos quedaran ligeros y esponjosos.
—¿En serio? —Lexi se veía sorprendida—. Bueno, entonces quizá tuve la tarea más importante de todas, aun si no fue tan divertida como la parte pegajosa.
—No necesariamente. Todos los ingredientes eran importantes, no solo el polvo de hornear —indicó mamá—. Cada miembro del equipo tenía una tarea importante para hacer —ella miró a su hija—. Las personas también somos como los ingredientes de una receta.
—¿A qué te refieres con eso? —preguntó Lexi, perpleja.
Su madre rio.
—Me refiero a que Dios nos ha dado dones y habilidades únicos a cada uno de nosotros… todos diferentes, pero todos necesarios. Cuando los cristianos trabajamos juntos y usamos nuestros distintos dones, demostramos al mundo el amor de Dios y apuntamos a las personas a Jesús. Es fácil juzgar cuán grandes o pequeñas son las habilidades de una persona, incluyendo las nuestras, pero cada don es igual de importante. Todas nuestras habilidades nos fueron dadas por Dios y Él quiere que las usemos para servirlo a Él y demostrar Su amor a otras personas.
—Creo que ya lo entiendo —declaró Lexi. La niña sonrió—. Está bien, seré el mejor ingrediente que pueda ser, ¡aun si no estoy en la parte pegajosa!
DELLA R. OBERHOLTZER
TODOS SON IMPORTANTES PARA HACER LAS BUENAS OBRAS DE DIOS
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 12:4 (PDT)
HAY DIFERENTES CLASES DE DONES ESPIRITUALES, PERO TODOS VIENEN DEL MISMO ESPÍRITU.
¿Alguna vez has querido hacer algo que otra persona puede hacer? ¿Sientes que tu rol en la obra de Dios no es tan importante como el de otros? Dios nos ama profundamente a cada uno de nosotros y nos da hado dones especiales. Cuando los cristianos trabajamos juntos, cada talento y habilidad es importante para ayudar a que más personas conozcan de Jesús. Ten la certeza de que Dios ve todo lo que haces y se glorifica cuando usas tus dones para demostrar Su amor a los demás.
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