Para Su gloria (Parte 1)

Cristian y su amigo Efraín estaban acostados en sus bolsas para dormir, con la mirada fija en el cielo.

—Me fascina acampar en el patio trasero de la casa —comentó Cristian—. Me pregunto cuántas estrellas hay allá arriba. ¡Míralas a todas! Debe haber millones.

—Sí, y esas son solo las que están lo suficientemente cerca como para verlas sin un telescopio —aseguró Efraín—. Mi maestro de ciencias dice que hay más de cien mil millones de galaxias, ¡y cada galaxia tiene millones o miles de millones de estrellas! Imagina lo grande que debe ser el universo. ¿Alguna vez te has preguntado cómo se formó todo?

Cristian se quedó en silencio por un momento y después respondió:

—Yo creo lo que dice la Biblia, que Dios creó todo. Dios colgó al mundo en el espacio y puso cada estrella donde Él quería —el niño se recostó de lado y se apoyó en su hombro para mirar a su amigo—. ¿Has pensado alguna vez en Dios, Efraín?

Efraín se quedó mirando la vasta oscuridad encima de su cabeza.

—Sí, a veces. Supongo que sí debe existir un Dios, pero no entiendo por qué hizo todas esas galaxias y tantas cosas que nadie puede ver de todos modos.

Cristian sonrió.

—Eso me recuerda a algo que le dije a mi mamá cuando limpié mi habitación ayer. Le dije que no entendía por qué tenía que limpiar debajo de mi cama, si nadie va a ver ahí debajo de todos modos. Ella dijo que tenía sus razones, aun si yo no las entendía. Así que me pidió que limpiara por ella.

Efraín rio.

—Se parece mucho a lo que dice mi mamá también. Supongo que todas las madres son así.

Cristian asintió.

—Mamá tiene sus razones para querer que yo limpie debajo de mi cama, y estoy seguro de que Dios tiene Sus razones para todo lo que ha creado. Sé que la Biblia dice que todo fue creado por Dios y para Dios, lo que podemos y no podemos ver, así que me parece que Él creó todo para Sí mismo, no solo para nosotros. Pero todos esos miles de millones de estrellas nos ayudan a darnos cuenta de cuán grande y asombroso es Dios realmente.

—Sí —respondió Efraín—. Me hace sentir pequeño.

—Lo sé —afirmó Cristian—. Pero la Biblia dice que somos Su mayor creación. Dios nos creó y Jesús vino a salvarnos para Su gloria.

SHERRY L. KUYT

DIOS ES GRANDE Y ASOMBROSO

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 145:3 (NTV)

¡GRANDE ES EL SEÑOR, EL MÁS DIGNO DE ALABANZA! NADIE PUEDE MEDIR SU GRANDEZA.

¿Alguna vez piensas en la enormidad del universo? ¿Eso te hace pensar en la grandeza de Dios? Nunca podrás entender completamente Su grandeza o las razones para todas las cosas que Él ha hecho, pero debes saber que eres importante para Dios. De todas las cosas asombrosas que Él ha creado, la Biblia dice que somos Su obra maestra, creados para Su gloria en Jesús. Disfruta del esplendor glorioso de la majestad de Dios mientras descansas en Su gran amor por ti.