Ocupados como abejas
Dino guardó su distancia mientras observaba a su padre levantar la cubierta de una colmena. “En verdad hay muchísimas abejas, ¿no crees, papá? Y todas se ven ocupadas”. El niño sonrió. “¡Están ocupadas como abejas!”
Su padre dibujó una sonrisa. “Tienes razón. En cada una de las colmenas hay muchas abejas, cientos de ellas, de hecho. Pero siempre hay una abeja reina en cada colmena”.
“¿Qué hace la reina?”, preguntó Dino. “¿Gobierna sobre las demás?”
“Bueno, ella es la mamá de las abejas”, contestó el papá, “y tú sabes lo ocupadas que son las mamás. Pero todas las demás tienen también una tarea en particular por hacer. Las abejas pecoreadoras recolectan el alimento. Las abejas guardianas protegen a la colmena de los intrusos. Las abejas ventiladoras regulan la humedad y las cereras reparan las colmenas. Las abejas exploradoras alertan a las otras de oportunidades y peligros en el mundo exterior, y hay abejas limpiadoras que remueven a las abejas muertas de la colmena”.
“¡Guau!”, exclamó Dino. “No sabía eso”.
“Son como una familia”, comentó su papá. “En una familia que funciona bien, cada persona tiene obligaciones especiales. Todos deben hacer su trabajo para que las cosas funcionen con fluidez, por el bien de la colmena”. El padre miró a Dino. “También es así con las familias humanas”.
Dino enterró su pie en la tierra. “Te refieres a la vez que me metí en problemas porque fui al parque cuando se suponía que tenía que estar cortando el césped, ¿verdad?”
Su padre asintió. “Sé que no es fácil aceptar la responsabilidad y hacer tu trabajo cuando preferirías estar haciendo otra cosa. Esa es la razón porque la Biblia nos recuerda que no trabajamos para nosotros mismos, sino para Jesús. Puesto que confiamos en Él, somos parte de Su familia y Él utiliza el trabajo que hacemos para beneficiar a otros, incluso las tareas que no nos parecerían tan importantes”.
Dino observó las abejas que zumbaban. “¡Él usa nuestro trabajo para ayudar a toda la colmena!”
“Exactamente”, afirmó el papá. “Y lo usa para ayudarnos también. Al enseñarnos a aceptar la responsabilidad y hacer nuestras tareas cuando debemos ayudar, Él nos prepara para lo que desea que hagamos en el futuro”. El padre despeinó el cabello de Dino. “¿Puedo contar contigo para que seas responsable la próxima vez que te asignemos una tarea?”
Dino sonrió. “¡Estaré tan ocupado como una abeja!” – HELEN C. ESHLEMAN
ACEPTA LA RESPONSABILIDAD
VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 2:10
PORQUE SOMOS HECHURA SUYA, CREADOS EN CRISTO JESÚS PARA HACER BUENAS OBRAS.
¿Aceptas la responsabilidad cuando te asignan una tarea? ¿O te quejas y la postergas por el mayor tiempo posible? Si confías en Jesús, eres parte de Su familia y Él usa el trabajo que haces para mostrar a otros Su amor, incluso las cosas que parecen pequeñas o tediosas. Confía en que Él te ayudará para que aprendas a hacer tu trabajo con una buena actitud. ¡Él lo usará para el bien de toda la colmena de creyentes!
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