Nunca estás solo

—Papá, estoy muy nervioso por la escuela. Casi no puedo dormir —le contó Tomás a su padre. Su familia acababa de mudarse a una nueva ciudad y al niño le aterraba su primer día en la nueva escuela.

—Tengo una idea —contestó papá—. ¡Celebremos este nuevo comienzo con una aventura! ¿Quieres acompañarme a una expedición para explorar cuevas?

Al padre de Tomás le gustaba mucho explorar cuevas como un pasatiempo, y Tomás le había pedido por años que lo llevara con él.

—¿Lo dices en serio? ¡Sí! ¡Eso sería genial! —aceptó emocionado.

A la mañana siguiente, Tomás y su papá condujeron a las montañas. Después de caminar por un sendero rocoso, treparon por un agujero pequeño y descendieron por una inclinación subterránea hasta llegar a una cueva en la que había una completa oscuridad. Su padre le dio una instrucción que lo sorprendió mucho.

—Apaguemos nuestras linternas por un momento, hijo. Quiero que experimentes la verdadera oscuridad.

Después de apagar sus luces, Tomás se dio cuenta de que ni siquiera podía ver su propia mano. Inmediatamente estiró el brazo para asegurarse de que su padre siguiera al alcance de su mano. El niño tomó el brazo de su padre y dijo:

—Papá, esta oscuridad me da miedo. Volvamos a prender nuestras luces.

El padre estuvo de acuerdo y los dos aventureros pasaron la siguiente hora explorando juntos la oscura cueva.

Cuando terminó la aventura, el largo camino a casa fue la oportunidad perfecta para reflexionar en la divertida expedición.

—Sentiste mucho miedo cuando apagamos nuestras linternas en la cueva, ¿verdad? —le preguntó papá a Tomás.

—¡Por supuesto! ¡Sabía que estabas ahí, pero sentí mucho miedo cuando no podía verte!

—No te preocupes, hijo, estuve contigo todo el tiempo —aseguró su padre—. ¿Y sabes algo más? Así como yo nunca te dejaría solo en una cueva oscura, Dios promete que nunca nos dejará. A pesar de que no podemos verlo, Él siempre nos está cuidando y guiando. Jesús es nuestra luz, Él nos salvó de la oscuridad del pecado y de la muerte, y podemos confiar en que Él estará con nosotros y nos ayudará cuando las cosas se vean oscuras y aterradoras. Quiero que recuerdes esta lección cuando comiences las clases en la nueva escuela la próxima semana, ¿está bien?

Tomás sonrió.

—¿Me llevaste a explorar cuevas solo para enseñarme esta lección?

—Tal vez sí —comentó papá con una sonrisa.

CALEB AND STACEY PARDOE

DIOS NUNCA TE DEJARÁ

VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:5 (PDT)

DIOS DIJO: «NUNCA TE ABANDONARÉ NI TE DEJARÉ SOLO».

¿Te sientes nervioso por algo en tu vida en este momento? A lo mejor te estás preparando para empezar una nueva actividad después de la escuela, para ir al campamento el próximo verano o incluso mudarte a una nueva ciudad. Dios quiere que recuerdes que Él está contigo. Si conoces a Jesús como tu Salvador, Él ha prometido que nunca te dejará. Puedes confiar en que el Señor te guiará y te dará fuerzas.

Clave de Hoy
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