Nuevas aventuras

Sam, el hurón, era la mascota favorita de Ana.  El animalito daba pasos cuidadosos en el pasto, puesto que era la primera vez que salía a caminar con la nueva correa que Ana acababa de comprar en la tienda de mascotas.  El pelo de su cola estaba esponjado, lo cual era señal de que estaba emocionado o asustado.

“Todo está bien, Sam”, le afirmó Ana, quien cargó al hurón y lo abrazó.  “Sé que es intimidante y da miedo, pero estoy aquí.  Te amo y nunca dejaría que nada te suceda”.

“¡Ana!”, le llamó su madre desde la casa un poco tiempo después.  “Ya es hora de que entres.  Debes terminar de empacar para el campamento bíblico”.

La niña cargó a Sam y lo llevó adentro.  Su madre le entregó algunas camisetas dobladas, las cuales Ana metió en su bolso de viaje, frunciendo el ceño.  Ni el espectáculo del travieso hurón cuando se robó una sandalia de la maleta fue suficiente como para hacerla sonreír.

“¿Cuál es el problema?”, preguntó mamá, preocupada.  “¿No estás emocionada por el campamento?”

Ana negó con la cabeza.  “Todos dicen que el campamento será divertido, pero no sé.  ¿Qué tal si empiezo a echar de menos mi casa o si no me siento bien?  ¿Qué pasará si nadie quiere ser mi amiga?”

Su madre sonrió.  “Creo que te estás sintiendo igual que Sam, cuando no quería jugar afuera la primera vez.  El patio le parecía algo tan nuevo y grande”.

Ana asintió.  “Es así exactamente como me parece el campamento”.

“Me parece que Jesús quiere que recuerdes exactamente lo que le dijiste a Sam.  Él entiende que da miedo intentar algo nuevo, pero Dios estará contigo y te cuidará en cada paso que des.  Él quiere que estés segura de Su amor y fidelidad, para que no sientas miedo”.  Mamá pasó por encima de la maleta empacada para darle un abrazo a su hija.  “Confía en que Jesús estará contigo en esta nueva aventura y te traerá cosas buenas, como conocer a nuevas amigas que te ayudarán a crecer en tu fe”.

Ana sonrió.  “Gracias, mamá.  Sí me siento mejor con la idea de ir al campamento cuando recuerdo que Jesús me ama tanto y que Él cuidará de mí”.

En ese momento oyeron el ruido del hurón raspando la puerta, ansioso por salir a explorar un poco más.  La madre sonrió.  “¡Parece que Sam también está perdiendo el miedo!”  —  ESSICA KLEEBERGER

JESÚS SIEMPRE ESTÁ CONTIGO

VERSÍCULO CLAVE: DEUTERONOMIO  31:8

EL SEÑOR IRÁ DELANTE DE TI; ÉL ESTARÁ CONTIGO, NO TE DEJARÁ NI TE DESAMPARARÁ; NO TEMAS NI TE ACOBARDES.

¿Hay veces en que no sabes qué esperar?  Quizá te vas a mudar a un nuevo lugar, te irás de campamento como Ana, asistirás a una iglesia nueva o piensas en contarle a alguien sobre Jesús.  Sin importar cuán nueva o intimidante sea, ¡Jesús siempre está contigo!  Él te cuidará, te dará fuerzas y valentía en tu nueva aventura.