No te olvida

“¿Cómo te fue en la escuela?”, preguntó muy animada la madre de acogida de Fidel cuando el niño entró a la casa.

“Bien”, respondió Fidel, sin poder mirarla a los ojos.  Fue corriendo a su habitación y cerró la puerta antes de lanzarse sobre la cama.  Le aterraba el Día de la Madre.  Su clase estaba trabajando en un proyecto para honrar a las madres y él se sentía avergonzado.  La vergüenza y en enojo se apoderaron de él, al recordar cómo los otros niños hicieron comentarios desagradables sobre su familia.

Fidel se sentó de prisa al oír que alguien tocaba a su puerta.  “Pase”, gritó.

El señor Geraldo, su padre de acogida, entró en la habitación.  “¿Quieres un delicioso y fresco pastelillo de chocolate?”, le preguntó.  “La señora G. acaba de ponerles la crema”.

Fidel negó con la cabeza.  “No tengo hambre”.

El señor Geraldo se apoyó en el filo del escritorio de Fidel.  “¿Quieres conversar de lo que te está molestando?”

“No es nada”, balbuceó el niño, pero no pudo evitar que una lágrima bajara por su mejilla.  Fidel se secó los ojos, enojado, y luego estalló.  “¿Por qué tuve que nacer?  ¡Nadie me quiere!”

“Dios te creó como un niño muy especial”, aseguró el señor Geraldo con delicadeza.  “Todavía eres especial para Él y también lo eres para nosotros”.

“Mi otra familia de acogida se deshizo de mí.  ¡Mis propios padres no me quisieron!”

“Fidel, a la señora G. y a mí nos alegra que estés con nosotros, y tienes que saber que Dios sí te quiere.  Él siempre te ha cuidado, incluso cuando otras personas te hicieron daño”.

“¿Cómo lo sabe?”, preguntó Fidel, lleno de dudas.

“Dios lo demostró al enviar a Su Hijo, Jesús.  Para Él, valió la pena morir por ti.  El otro día hablamos de eso, ¿recuerdas?”, preguntó el señor Geraldo.  El niño asintió.  “Confía en Jesús, Fidel.  Él te ama y quiere que seas parte de Su familia.  La Biblia dice que Dios nunca abandonará a Sus hijos”.  El señor Geraldo sonrió a Fidel.  “Si deseas, puedo mostrarte algunos versículos bíblicos que hablan del amor de Dios y de lo importante que eres para Él, para que puedas leerlos por ti mismo”.

El niño movió la cabeza para indicar que sí.  “Está bien”, indicó.

“¿Qué te parece si vas a la cocina y comes un pastelillo mientras voy a traer mi Biblia?”, le sugirió el señor Geraldo.

Con una tímida sonrisa, Fidel siguió al señor Geraldo a la cocina.  —  SHANNON M. HUBER

ERES IMPORTANTE PARA DIOS

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 49:15 (NTV)

¿PUEDE UNA MADRE OLVIDAR A SU NIÑO DE PECHO? ¿PUEDE NO SENTIR AMOR POR EL NIÑO AL QUE DIO A LUZ? PERO AUN SI ESO FUERA POSIBLE, YO [DIOS] NO LOS OLVIDARÍA A USTEDES.

¿Alguna vez te ha hecho daño alguien que amas?  ¿Crees que no le importas a nadie?  Eres importante para Jesús.  Él te hizo especial y te ama mucho, incluso más de lo que podría amarte una mamá o un papá.  Confía en Jesús.  Sin importar cómo se la situación de tu familia, Él nunca te dejará ni te olvidará.  Dios pondrá gente en tu vida que te mostrará Su amor y cuidado, ya sea un padre o una madre, un padrastro o madrastra, padres de acogida, abuelos o alguna otra persona.

Clave de Hoy
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