No se requieren trucos especiales
—La próxima semana tendremos una presentación de mascotas —anunció la maestra de Ivet a su clase. La niña bailó de la felicidad. ¡Se moría por llevar a su perro, Mose, a la escuela!
Violeta levantó la mano.
—¿Quieren que mi mamá sea la jueza? Ella sabe todo de presentaciones de perros porque mi caniche francés, Reinita, va a muchas.
—Es muy amable de tu parte, Violeta, pero no es un concurso, así que no necesitaremos un juez.
—Reinita puede hacer once trucos —presumió Violeta.
Oh, no. Mose no sabía hacer ningún truco. Ivet tendría que ponerse a trabajar con la pelota, ¡ese podría ser un buen truco! Podía pararse en una pelota y sumar números. Cuando Ivet decía «diez más uno», él podía ladrar once veces. Ni el perro de Violeta podría hacer eso.
—El caniche de Violeta puede hacer once trucos —comentó Ivet durante la cena—. Además, ella es una reina. Y vino de Francia, que es un lugar muy elegante.
La niña apoyó los codos en la mesa y puso la quijada entre sus manos. Mose había venido de un simple refugio de animales. ¡A ver, esperen un momento! Ella no sabía donde había estado antes del refugio. Ella se sentó derecha.
—¿Creen que Mose podría venir de una familia real?
En ese momento se oyó un fuerte ronquido debajo de la mesa, donde Mose estaba acostado.
—No me suena como si fuera de la realeza —opinó su madre.
Su papá se encogió de hombros.
—Los reyes también roncan.
—¡Entonces sí podría ser un rey! —Ivet espió debajo de la mesa—. ¿Lo escuchaste, chiquito? ¡Eres un perro de la realeza!
Cuando terminaron de comer, papá tomó su Biblia y la abrió en una página casi al final.
—Este versículo dice que somos hijos de Dios. Ya que Él es nuestro Rey, eso significa que somos de la realeza. Pero eso no es lo más importante. Lo que importa es que le pertenecemos a Él.
—Así como Mose me pertenece a mí —Ivet acarició cariñosamente a su perro—. No importa si puede hacer trucos especiales o si es un rey. Lo amo porque es mío.
Mamá le guiñó el ojo a su hija.
—Esa es la misma razón por la que Dios te ama.
Ivet sonrió.
—¡A pesar de que no puedo pararme en la pelota ni sumar!
MARTHA HYNSON
DIOS TE AMA
VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 3:1 (NTV)
MIREN CON CUÁNTO AMOR NOS AMA NUESTRO PADRE QUE NOS LLAMA SUS HIJOS, ¡Y ESO ES LO QUE SOMOS!
¿Alguna vez has sentido que tienes que ser o hacer algo especial para que Dios te ame? La Biblia dice que nunca podremos ganarnos el amor de Dios. Por eso Jesús, quien es perfecto, murió por nosotros. Cuando confiamos en Él para que nos salve del pecado a través de Su sacrificio en la cruz, llegamos a ser parte de la familia de Dios. Él nos ama más de lo que podríamos imaginar, simplemente porque somos Suyos.
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