No se puede entrar a hurtadillas

—Oye, Taj —susurró Caleb después que los dos niños fueron a sus camas—. Me olvidé las carnadas que me dio mi papá para llevar mañana. Las dejé en mi habitación —los niños irían en un viaje de pesca con su grupo de la iglesia muy temprano, al día siguiente, y Caleb estaba pasando la noche en la casa de Taj, que vivía a un par de cuadras de la suya.

—Corramos a tu casa para traerlas —sugirió Taj.

—Es demasiado tarde —respondió Caleb—. Todos estarán durmiendo.

—Podemos entrar a hurtadillas para no despertar a nadie —indicó Taj—. Si no lo hacemos ahora, podríamos olvidarnos en la mañana.

Después de pensarlo un poco, Caleb aceptó. Los niños salieron en silencio de la casa y corrieron al hogar de Caleb. Como esperaban, la casa estaba a oscuras.

—Podemos sacar el mosquitero de la ventana de mi habitación —susurró Caleb—. Así no despertaremos a nadie.

El niño retiró con cuidado el mosquitero y comenzó a trepar tan sigilosamente como le era posible. Tenía un pie adentro de la ventana, cuando una voz gritó:

—¡Alto!

Caleb se quedó congelado al reconocer la figura de su padre entre las sombras, y e’l sostenía un bate de béisbol.

—¡Soy yo, papá! —gritó Caleb—. ¡Somos Taj y yo!

El padre encendió la luz.

—¿Caleb? ¿Taj? ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué entran a hurtadillas por la ventana?

Caleb tragó en seco. Sabía que él y Taj tenían mucho que explicar. Al día siguiente, los niños le contaron al líder de su grupo de la iglesia lo que había pasado.

—Mi papá creyó que éramos ladrones —comentó Caleb—. Él se enojó mucho. Definitivamente nunca volveré a hacer algo así.

—El ver cómo ustedes, niños, trataron de meterse por la ventana, en lugar de usar la puerta, me recuerda de nuestra lección de la semana pasada —declaró el señor Barragán—. ¿Recuerdan cuál nombre de Jesús aprendimos?

—Ah… oh, ya sé —señaló Taj—. Jesús es la puerta porque solo a través de Él una persona puede entrar en el cielo.

—Correcto —afirmó el señor Barragán—. No pudieron meterse a hurtadillas en tu casa, Caleb, así como nunca podríamos entrar a hurtadillas en el cielo. Sería imposible y no hemos hecho nada para merecer pasar la eternidad con Dios. Pero Jesús nos ofrece el increíble regalo de la salvación: Él murió en la cruz para que nuestros pecados pudieran ser perdonados y para que lleguemos a ser hijos de Dios. Jesús es la puerta, el único camino por el que podemos entrar a la vida eterna.

JAN L. HANSEN

JESÚS ES LA PUERTA PARA LA VIDA ETERNA

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 10:9

YO [JESÚS] SOY LA PUERTA; SI ALGUNO ENTRA POR MÍ, SERÁ SALVO; Y ENTRARÁ Y SALDRÁ Y HALLARÁ PASTO.

¿Estás tratando de meterte a hurtadillas en el cielo, es decir, de entrar ahí sin confiar en Jesús? No puedes. En la tierra, una persona podría entrar a hurtadillas en una casa y salirse con la suya, pero la única manera de ser salvos y de entrar en el Reino eterno de Dios es a través de la Puerta: Jesucristo. ¡Confía en Él hoy mismo! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *