No es demasiado bueno para ser verdad
“¡Guau!” Luciano apuntó la parte de atrás de la caja de cereal. “Mira este modelo de carro de carreras. Es exactamente igual al que conduce Cory Martin, ¿lo conoces? ¡Es el que ha ganado todas las carreras últimamente! ¡Es tan grande que uno puede sentarse ahí! ¡Qué genial! ¿Puedo recortar la caja para enviar este cupón y recibir uno? ¡Es gratis!”
“¿Gratis?”, preguntó su padre. “¡Lo dudo!”
“¡Sí es gratis!”, insistió Luciano. “Eso dice aquí. ¡Escucha! ‘Envía este cupón por correo para recibir tu propio carro de carreras de tamaño real, ¡absolutamente gratis!” El niño se volvió a su papá. “¿Puedo hacerlo, papá? ¡Por favor!”
El padre tomó la caja y leyó por sí mismo la oferta. “Puede que el carro de carreras sea gratis”, señaló, “pero tienes que enviar quince dólares para los costos de envío”.
“Pero no es mucho, papá”, opinó Luciano. “¿Dónde más podría conseguir un modelo de ese tamaño por quince dólares?”
“Cuando una oferta suena demasiado buena para ser verdad, usualmente lo es”, afirmó el padre, “pero si quieres usar tu propio dinero, lo podemos enviar”. Entonces Luciano mandó su dinero y esperó con ansias que llegara su carro de carreras.
Finalmente llegó un paquete para él. Era sorprendentemente pequeño para un automóvil y, al abrirlo, Luciano encontró varias piezas de cartón y plástico. “Parece que tendré que armar el carro yo mismo”, indicó. “Papá, ¿me ayudas?”
Su padre aceptó ayudar y, cuando todas las piezas estuvieron finalmente en su lugar, Luciano dio un paso para atrás y miró a su carro con tristeza. “Si esto es un tamaño real, debe ser para un niño de dos años”, se quejó mientras entraba en el automóvil cuidadosamente. Se sentó y con un ruido el carro colapsó. El niño suspiró. “Hasta ahí quedó el carro de carreras. Tenías razón, papá. Cuando una oferta suena demasiado buena para ser verdad, probablemente lo es”.
“Lamentablemente, casi siempre es así”, acordó su padre. “Pero sí puedo pensar en una gran excepción”.
“¿En serio?”, preguntó Luciano. “¿Cuál es esa excepción?”
“Dios nos ofrece el regalo de la salvación y la vida eterna y, debido a que Jesús lo pagó al morir en la cruz por nuestros pecados y volver a la vida, realmente es gratis”.
Luciano asintió mientras observaba el carro de carreras. “Me alegra tanto de que la oferta de Dios realmente sea verdadera”. — LINDA M. WEDDLE
LA SALVACIÓN REALMENTE ES GRATIS
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 6:23
PORQUE LA PAGA DEL PECADO ES MUERTE, PERO LA DÁDIVA DE DIOS ES VIDA ETERNA EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO.
¿Alguna vez has sentido decepción por una oferta especial? Eso nunca sucederá con el regalo gratuito que Dios ofrece. Es tan valioso que jamás podrías alcanzar a pagarlo. El regalo que Dios nos ofrece es la vida eterna a través de una relación con Jesucristo. No te pierdas de esta maravillosa oferta. Si no has aceptado este regalo al poner tu confianza en Jesús, hazlo hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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