No eres un error

(NOTA DEL EDITOR: ES IMPORTANTE PROVEER UNA PERSPECTIVA CRISTIANA SOBRE EL TEMA DE ESTA HISTORIA, SIN EMBARGO, LA MISMA PODRÍA NO SER APROPIADA PARA LOS NIÑOS MÁS PEQUEÑOS).

Pancho caminó lentamente a su puesto cuando fue su turno de batear.  El lanzador arrojó la bola.  “¡Primer strike!”, gritó el árbitro.  Pancho suspiró y después vio cómo la segunda bola lo pasaba de largo.  “¡Strike dos!”, voceó el árbitro.  En el tercer lanzamiento, Pancho giró el bate y tocó suavemente la pelota.  Lo poncharon antes de llegar a la primera base. 

“¡Otra vez eliminado!”, se quejó Maximiliano.  “Fue un error dejar que Pancho jugara con nosotros”.

“Él es un error”, murmuró Elmo.  Varios niños rieron y asintieron.

“No lo molestes”, indicó Adán.  “Él no tiene papá que lo ayude”.

Lucas resopló.  “Sí, ¿y de quién es ese error?”

Elmo sonrió maliciosamente.  “¡Les dije que él era un error!”

Con su cara enrojecida, Pancho recogió sus cosas y corrió hacia su casa.  Estaba tan apurado que no vio a su vecino, el señor Ramírez, que acababa de revisar su buzón.  Ambos chocaron y el correo se regó por todos lados.  Mientras recogían los papeles, el señor Ramírez notó las lágrimas en los ojos del niño.  “¡Rayos!  Te ves un poco alterado”, comentó el vecino.  “Hace mucho calor.  Tenía planeado tomarme una limonada aquí en el porche.  ¿Quieres acompañarme?”  Pancho vaciló, pero en verdad no quería irse a su casa, así que aceptó.

Pocos minutos después de sentarse, Pancho no pudo contener lo que sucedió en el partido de béisbol.  “Es cierto, soy un error”, balbuceó el niño entre sollozos.  “¡No debí hacer nacido!  Mi madre no estaba casada cuando me tuvo”.

“¡Pancho, no eres un error!”, exclamó con firmeza el señor Ramírez.  “Puede que tu mamá no haya planeado tu nacimiento, pero Dios es el que crea la vida y Él te creó.  La Biblia dice que Dios te formó y planificó tus días antes que nacieras.  Él te hizo una persona muy especial”.

“¿En serio?”, preguntó Pancho.

“En serio”, respondió el señor Ramírez. “Dios nos hizo a todos con un propósito y no eres la excepción.  Él te ama y envió a Su Hijo, Jesús, a morir por ti para que pudieras ser Su hijo.  Dios te valora y te ama profundamente.  ¡Él nunca comete errores!”

No soy un error”, pensó Pancho mientras bebía su limonada.  “¡Dios me creó y me ama, así que no soy un error! JAN L. HANSEN

NINGUNA PERSONA ES UN ERROR

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 139:16 (TLA)

TÚ VISTE CUANDO MI CUERPO FUE COBRANDO FORMA EN LAS PROFUNDIDADES DE LA TIERRA; ¡AÚN NO HABÍA VIVIDO UN SOLO DÍA, CUANDO TÚ YA HABÍAS DECIDIDO CUÁNTO TIEMPO VIVIRÍA!  ¡LO HABÍAS ANOTADO EN TU LIBRO!

¿Alguna vez has creído que eres un error?  Tu nacimiento no le tomó por sorpresa a Dios.  ¡Él te creó y eres muy especial para Él!  No eres responsable por las acciones de otros, pero sí de la manera en que vives.  Gracias a Dios por hacerte y por enviar a Tu Hijo para morir por ti.  Corresponde Su amor y vive fielmente como Su hijo o hija.  No eres un error… nadie lo es.

Clave de Hoy
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