Muertos, pero vivos
Desperezándose y todavía con sueño, Max se preguntaba por qué tenía ese extraño sentimiento de vacío en su estómago. Luego recordó todo. Le dio un vistazo a la cama vacía en el otro lado de la habitación. Era verdad… su hermano Aarón se había ido. Había pasado casi un mes desde que Aarón salió a la escuela por la mañana y nunca regresó. Las lágrimas cayeron por las mejillas de Max al recordar. Hubo un accidente y Aarón perdió la vida.
La puerta a la habitación de Max se abrió y entró su madre. “Buenos días, hijito. Veo que ya te despertaste”. Al notar sus lágrimas, se sentó junto a él en la cama. “Estás pensando en Aarón, ¿verdad? Tu papá y yo también lo extrañamos. La muerte es algo triste y duele perder a alguien que amamos. Pero sabemos que volveremos a ver a Aarón algún día”.
“Pero ¿cómo lo sabes, mamá?”, preguntó Max.
“Lo sé porque Aarón confiaba en Jesús como su Salvador”, contestó la madre. “La Biblia dice que aquellos que confían en Jesús estarán con Él cuando mueran”.
“Pero…” Max dejó salir un sollozo. “Pero ¡él estaba ahí, en el ataúd! Y luego lo enterraron en el cementerio”. El niño se cubrió la cara con sus manos.
Mamá se inclinó y abrazó a su hijo. “El cuerpo de Aarón está en la tumba, pero su alma está con Jesús”, afirmó.
Max miró sus manos. “Entonces, mis manos, mis pies, mi cabeza, mis orejas y mis ojos, ¿no son realmente yo?”
“¡Por supuesto que eres tú!”, exclamó la madre. “Al igual que tu alma también es parte de tu ser. Pero debido a que vivimos en un mundo pecaminoso, nuestros cuerpos mueren. Cuando eso sucede, nuestras almas se van a estar con Jesús. Sin embargo, llegará el día en que Él regrese a la tierra y hará nuevas todas las cosas. Jesús traerá nuestros cuerpos de vuelta a la vida. Entonces nuestras almas se reunirán con nuestros cuerpos resucitados, ¡solo que ahora estarán libres de pecado y nunca más se enfermarán ni volverán a morir!”
Max se secó los ojos. “Todavía quisiera poder ver a Aarón todos los días”.
Mamá apretó el hombro de Max. “Yo también. Y así será, porque todos conocemos a Jesús, así que podemos esperar con ansias el día en que volveremos a ver a Aarón. ¡Ahí estaremos todos juntos para siempre, con Jesús!” – A. W. SMITH
NUESTROS CUERPOS SERÁN RESUCITADOS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 11:25 (NTV)
JESÚS LE DIJO: YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA. EL QUE CREE EN MÍ VIVIRÁ AUN DESPUÉS DE HABER MUERTO.
¿Sabías que, si eres cristiano o cristiana, tu alma estará con Jesús después de que tu cuerpo muera? Nada puede separar a Jesús de aquellos a los que salvó… ni siquiera la muerte. Pero ¡eso no es todo! Llegará el día en que Él traerá tu cuerpo nuevamente a la vida y será perfecto, libre del pecado, sin enfermedades. ¡Entonces tú y todos los demás cristianos vivirán con Él para siempre! Jesús promete vida eterna para aquellos que confían en Él. (Presiona aquí para que conozcas acerca de las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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