Miriam cuida a Moisés
—Luna, ¿podrías, por favor, cargar a tu hermano por un rato? —mamá le entregó a su hija el pequeño llorón—. Hoy estado de muy mal humor y necesito terminar algunas cosas.
—¡Pero, mamá, estoy estudiando! —exclamó Luna mientras arrullaba a Fabio para calmarlo.
—Te vendrá bien un descanso —aseguró su madre—. Además, ¿no viene hoy Jimena? Pensé en que tal vez las dos podrían a llevar a Fabio a dar un paseo.
—Jimena también tenía que cuidar a su hermanita… al parecer tiene que hacerlo casi todo el tiempo —Luna negó con la cabeza—. ¿Sabes, mamá? A veces la mamá de Jimena la llama «Miriam». Me pregunto si ella quisiera haberle puesto ese nombre en lugar de Jimena.
Su madre rio.
—Recuerdas la historia sobre Moisés, ¿verdad? El rey de Egipto tenía miedo de que los esclavos israelitas llegaran a ser más que su gente y conquistaran el país. Entonces dio la orden para que mataran a todos los bebés varones israelitas. Pero la mamá de Moisés confió en que Dios salvaría a su bebé.
Luna asintió.
—Sí, me acuerdo. Ella lo puso en una canasta en el río, ¿cierto?
—Correcto —afirmó mamá—. ¿Y recuerdas quién estaba observando para ver qué pasaría?
—Sí, su hermana Miriam —contestó Luna—. Y cuando la hija del rey encontró a Moisés, Miriam logró que su propia madre lo cuidara —la niña sonrió—. Entonces la mamá de Jimena la llama Miriam porque ayuda a cuidar de su hermanita, tal como Miriam ayudó a su madre a cuidar de Moisés, ¿verdad?
—Correcto —expresó mamá—. Cuando Moisés guio al pueblo de Dios para salir de la esclavitud en Egipto, estoy segura de que Miriam estaba muy feliz de haber sido parte de su cuidado.
—Oye, ¿quién sabe? A lo mejor Fabio crecerá y también se hará famoso algún día —comentó Luna.
Su madre sonrió.
—Fabio no tiene que ser famoso para que Dios lo use de una manera extraordinaria. Jesús lo hace con cada uno de quienes Lo conocemos como nuestro Salvador. Del mismo modo que Dios liberó a Su pueblo de la esclavitud en Egipto, nos libera del pecado a través de Jesús, y nos usa para guiar a otras personas a Él. Al amar y cuidar a Fabio, puedes ayudarlo a que esté listo para lo que Dios tenga preparado para su vida.
Luna miró a su hermanito bebé y sonrió.
—Tal como lo hizo Miriam.
NANCY I. MERICAL
CUIDA DE OTRAS PERSONAS
VERSÍCULO CLAVE: MATEO 25:40 (NVI)
EL REY LES RESPONDERÁ: “LES ASEGURO QUE TODO LO QUE HICIERON POR UNO DE MIS HERMANOS, AUN POR EL MÁS PEQUEÑO, LO HICIERON POR MÍ”.
¿Tienes hermanos o primos menores a los que podrías cuidar? ¿Ayudas a cuidar a los niños más pequeños en tu iglesia o vecindario de vez en cuando? Tu amor y cuidado pueden hacer una gran diferencia en sus vidas. Jesús puede usar tu actitud bondadosa y cariñosa para atraer a otras personas hacia Él y prepararlas para las obras que Él tiene para ellas. Dios puede usar tus cuidados para ayudar a otros a hacer cosas extraordinarias para Él.
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