Miembro de la banda (Parte 1)
—¡Mamá! —gritó Samuel al entrar en la casa—. ¡Adivina! ¡Aunque nos mudamos a este lugar a medio año escolar, puedo unirme a la banda! El señor Liu, que es el líder de la banda, dice que la escuela tiene instrumentos que los niños pueden usar, así que seré parte de la banda y tocaré la trompeta.
—¡Qué excelente! —afirmó su madre—. Me alegra que puedas hacerlo. ¿Cuándo empiezas?
—Mañana —contestó Samuel—. ¡Iré por mi trompeta y oficialmente voy a pertenecer a la banda de la escuela!
Cuando su padre oyó la gran noticia, sonrió.
—¡Así que al fin vas a poder tocar en la banda! —él sabía que Samuel se sentía decepcionado porque en su anterior escuela no había banda.
Pero Matilda, la hermanita menor de Samuel, frunció el ceño.
—Yo también quiero estar en la banda —declaró.
—No puedes. Eres muy pequeña —le dijo Samuel.
—Claro que puedo —insistió—. Solo necesito un instrumento, ¡y ya lo tengo! —la pequeña sostuvo en alto una trompetita de juguete con la que estaba jugando.
—Y debes ser más grande también —agregó Samuel.
Papá sonrió a Matilda.
—Samuel tiene razón, hijita. Debes esperar algunos años para que seas lo suficientemente grande para tocar en la banda de la escuela.
Matilda no se veía contenta.
—¿Y no puedo unirme a otra banda, entonces?
—A ver, veamos —indicó el padre, y después chasqueó los dedos—. ¡Ya lo tengo! Sé de una banda a la que todos pueden unirse.
Matilda sonrió al oír la noticia, pero Samuel se veía con dudas.
—No es una banda musical… es una banda distinta —explicó papá—. Es la banda de los creyentes, un grupo de cristianos llamado «iglesia». ¿Sabes qué tienes que hacer para hacerte miembro de esa banda?
—Yo sí —aseguró Samuel—. Necesitas a Jesús.
Su padre asintió.
—Correcto. Y cualquiera puede convertirse en un miembro, sin importar la edad. Cuando nos unimos a la banda de creyentes de Dios, todos nuestros pecados son perdonados y nos hacemos parte del Reino de Dios para siempre. Él también nos da a todos un papel para ayudar a que el mundo escuche sobre Jesús.
—Es como cuando todos trabajan juntos en una banda musical para tocar una canción —observó Samuel.
Matilda sonrió.
—¿Viste, Samuel? Ya soy lo suficientemente grande para estar en una banda… ¡y ya estoy en ella porque he confiado en Jesús para que me salve!
HAZEL W. MARETT
ÚNETE A LA BANDA DE CREYENTES
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 12:5
NOSOTROS, QUE SOMOS MUCHOS, SOMOS UN CUERPO EN CRISTO E INDIVIDUALMENTE MIEMBROS LOS UNOS DE LOS OTROS.
¿Perteneces a la banda de creyentes, que es la iglesia? No se trata solamente de la iglesia local a la que asistes todas las semanas. Se refiere a todos los creyentes en todo el mundo, a todos los que han confiado en Jesús como su Salvador. Cuando te conviertes en un miembro de esta banda, tus pecados son perdonados y te vuelves parte del Reino de Dios. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Ahora, mientras haces tu parte con los demás miembros de la banda, puedes ayudar a que más personas escuchen acerca de Jesús.
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