Métele el diente

—Hortensia sí que toma mucha leche, ¿verdad? —comentó Layla un día mientras observaba a su hermanita bebé—. Yo ya me hubiera cansado de tomar siempre lo mismo.

—Tal vez ella también esté cansada de lo mismo —respondió su madre—. ¿Crees que deba hacerle un sándwich de mantequilla de maní o darle una manzana?

—¡No! —Layla rio con la broma de su mamá—. Solo creo que tomar leche todo el tiempo es aburrido, pero sé que Hortensia no puede comer sándwiches ni zanahorias ni nada por el estilo. Todavía no es lo suficientemente grande. No tiene dientes para masticar.

—Tienes toda la razón —la madre sonrió—. Pero en poco tiempo podrá tener comidas blandas, como cereal y puré de banano.

—Pero falta mucho tiempo para que pueda comer hamburguesas, ¿verdad? —preguntó Layla.

—Sí, así es —afirmó mamá—. Le falta mucho por crecer antes de poder comer algo así.

Papá levantó su sándwich de rosbif.

—Bueno, me alegra ser lo suficientemente grande para comer esto —dijo con una sonrisa—. Pero ¿sabes algo, hija? Así como los bebés humanos crecen lentamente para poder comer cosas diferentes, los bebés cristianos también.

—¿Los bebés cristianos? —preguntó la niña, confundida.

Su padre asintió.

—Cuando una persona confía en Jesús como su Salvador, es como un bebé. Los cristianos mayores tienen que ayudarle a entender la leche de la Palabra de Dios, es decir, los versículos e historias más fáciles. Después, cuando el nuevo cristiano crece espiritualmente, necesita la carne de la Palabra de Dios, o sea, las verdades más profundas de la Escritura que son más difíciles de entender.

Layla se quedó pensativa por un momento.

—¿En qué fase creen que estoy? —preguntó—. No creo que esté todavía en la fase de la leche, pero probablemente tampoco creo que esté lista para empezar a masticar la carne de la Biblia. Probablemente esté en la fase del puré de banano, ¡y eso suena asqueroso!

Papá rio.

—No es asqueroso para nada. No importa en qué fase estemos, siempre necesitamos el alimento espiritual de la Palabra de Dios. Cuando aprendes más sobre Jesús y Sus promesas en la Biblia, el Espíritu Santo usará la verdad de la Palabra de Dios para nutrirte espiritualmente y ayudarte a crecer. Así que métele el diente a la Palabra de Dios para que crezcas en el Señor.

CATHY L. GARNAAT

CRECE EN EL CONOCIMIENTO DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: 2 PEDRO 3:18

CREZCAN EN LA GRACIA Y EL CONOCIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO.

¿Escuchas las historias bíblicas y buscas las lecciones que nos enseñan? ¿Estás listo para oír los sermones en la iglesia aprender de ellos? ¿Lees la Palabra de Dios por tu cuenta? No te desanimes cuando no entiendas todo. Cuando lees y escuchas la verdad de la Palabra de Dios, el Espíritu Santo te ayudará a entender más y más, mientras creces en tu relación con Jesús.