Más fe y menos temor
Nota del editor: Esta historia trata el tema de la guerra y es probable que no sea apropiada para algunos niños.
Alina abrazó con firmeza a Pursia, su gata blanca y peluda. Podía ver la frente arrugada de su madre en el retrovisor del automóvil, y se reflejaba el mismo temor que la niña sentía que apretaba su propio corazón. En el horizonte distante, un humo negro salía de las bombas que habían caído por días. Sin importar qué ruta tomaran, Alina no tenía que preguntar para saber que su mamá no podía verificar si estarían a salvo.
—Queda más o menos una hora, Lina —comentó su madre en voz baja cuando pasaron por la estructura de un edificio que había sido afectado por las bombas.
—¿Titka y el primo Artem están a salvo? —susurró Alina.
Su madre sonrió forzosamente.
—La última vez que conversé con ellos estaban bien. Estaban esperando ansiosos el momento de nuestra llegada.
—Me alegra que estén a salvo, pero extraño mi habitación y nuestro hogar. ¿Crees que volveremos algún día?
—Solo Dios lo sabe, hija. Sé que tienes miedo… yo también estoy asustada. Solo debemos recordar en este momento que Dios es más grande que nuestro temor.
—¿Cómo recordamos, mamá? ¿Cómo podemos saberlo de verdad? La gente está atacando nuestro país, ¡y no hemos hecho nada malo! No entiendo cómo Dios pudo permitir que esto sucediera —Alina parpadeó, dejando salir una mezcla de lágrimas de enojo y de tristeza.
—Lo sé, hijita linda. Debemos tener fe en Jesús, aun cuando tenemos miedo. Recuerda que vivimos en un mundo roto donde hay guerras, enfermedades y sufrimiento. No era la intención de Dios que el mundo que creó sea así, pero cuando Adán y Eva pecaron, todo cambió. Gracias al Señor, ese no fue el fin de nuestra historia, porque Dios envió a Su Hijo, Jesús, a salvarnos del pecado y para que estuviera con nosotros en nuestro sufrimiento. En este mundo tendremos problemas, pero Jesús ha vencido al mundo, y Él gana al final.
Alina comenzó a cantar suavemente en el asiento trasero.
—¿No te lo he ordenado? Sé fuerte y valiente, porque el Señor tu Dios está contigo —entonces su madre se unió al canto. Ambas elevaron sus voces cada vez más, hasta que Pursia maulló como protesta. Alina rio—. Creo que Pursia tiene miedo de que sigamos cantando, mamá.
—Bueno, me alegra que hayas empezado esa canción, ¡aun si la gata no está tan contenta! Qué gran recordatorio de que Dios está con nosotros dondequiera que vayamos.
SAVANNAH COLEMAN
DIOS ES MÁS GRANDE QUE EL TEMOR
VERSÍCULO CLAVE: JOSUÉ 1:9
¿NO TE LO HE ORDENADO YO? ¡SÉ FUERTE Y VALIENTE! NO TEMAS NI TE ACOBARDES, PORQUE EL SEÑOR TU DIOS ESTARÁ CONTIGO DONDEQUIERA QUE VAYAS.
¿Alguna vez has tenido que soportar algo terrible? Quizá hayas experimentado los horrores de la guerra, la injusticia o la evacuación de tu hogar. A pesar de que encontramos problemas en este mundo, podemos ser fuertes y valientes porque Dios está con nosotros dondequiera que vayamos. No importa por cuántas dificultades tengamos que caminar, no debemos tener miedo porque pertenecemos a Jesús y Él nos ama completamente.
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