Más allá de la escala de Richter

Enzo estaba mirando la televisión cuando vio que empezaron a formarse pequeñas ondas en su vaso de jugo. Un momento después, sintió pequeñas vibraciones por todo su cuerpo, como si estuviera sentado en un automóvil y alguien acabara de encenderlo.

—¡Mamá! —gritó el niño cuando fue corriendo a la cocina—. ¡El suelo está temblando!

—Rápido —indicó su madre—, ¡métete debajo de la mesa!

Ambos se acomodaron debajo de la mesa de la cocina y se quedaron ahí varios minutos, hasta que dejaron de oír los estruendos que salían de las profundidades de la tierra bajo sus pies.

Una vez que se sintieron a salvo, salieron y la madre revisó las noticias.

—El sismo que sentimos fue de 4.8 grados en la escala de Richter —declaró—. Hubo daños leves en algunos edificios del área, pero no fue muy fuerte y nadie resultó herido.

—En la escuela aprendimos sobre la escala de Richter —comentó Enzo—. Tiene números entre el uno y el diez, que miden cuán fuerte es un terremoto.

—Eso es correcto —aseguró su madre—. Un temblor de 4.8 es considerado como un terremoto leve.

—No lo sentí leve —señaló el niño—. ¡Me dio mucho miedo!

—Sí, los temblores también me asustan —dijo mamá—. Cuando siento uno, tengo miedo de que dañe nuestra casa o nuestra ciudad… o peor, que alguien resulte herido. Pero los temblores también me recuerdan de cuán poderoso y santo es Dios, y que Él tiene el control de todo.

—¿Cómo es que los temblores te hacen pensar en eso? —preguntó Enzo.

—La Biblia dice que la tierra tiembla delante del Señor —respondió su madre—. A pesar de que las enormes placas tectónicas que forman la tierra bajo nuestros pies parecen increíblemente poderosas e impredecibles, Dios tiene el control total sobre ellas. No hay escala para medir cuán poderoso es el Señor. Él va más allá de la escala de Richter.

—Entonces, ¿la tierra tiembla delante del Señor, así como yo tiemblo en un terremoto? —preguntó Enzo.

Mamá rio.

—¿Quieres decir que tiemblas porque tienes miedo o porque te mueves con la tierra?

Enzo se quedó pensando un momento.

—¡Las dos cosas!

—Los terremotos son fuerzas poderosas de la naturaleza, pero no son ni de lejos tan poderosos como Dios —declaró mamá—. Él tiene el control sobre todo el universo y, sin embargo, nos ama y envió a Su Hijo a morir por nuestros pecados. Un día, todo el mundo verá Su poder cuando Jesús regrese a juzgar el pecado, pero aquellos que confían en Él no tienen nada que temer.

Enzo sonrió.

—Qué Dios tan grande.

COURTNEY LASATER

DIOS ES GRANDE

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 96:9 (NTV)

ADOREN AL SEÑOR EN TODO SU SANTO ESPLENDOR; QUE TODA LA TIERRA TIEMBLE DELANTE DE ÉL.

¿Alguna vez has visto algo tan poderoso que te dio miedo? Lo que haya sido, Dios tiene control total sobre eso; Él es más poderoso que cualquier cosa que te podrías imaginar. Un día, las personas de la tierra verán Su poder como nunca, cuando Jesús regrese, pero aquellos cuyos pecados hayan sido perdonados no tendrán nada que temer. ¿Eres una de esas personas? Si no, confía en Jesús hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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