Luz en la oscuridad

Sentada junto con su abuela en el columpio que estaba en la entrada de la casa, Renata observó cómo aparecía la primera estrella en el cielo.

—Me encanta pasar aquí el fin de semana —comentó la niña.

—Disfruto tanto tus visitas —contestó la abuela con una sonrisa—.  En un rato más vamos a entrar en la casa para tomar un chocolate caliente y leer una historia de la Biblia.

Renata frunció el ceño.

—Me gustan las historias bíblicas, pero mi mamá me hace aprender un montón de versículos de la Biblia, y eso no me gusta tanto.  ¿De qué sirve aprenderse tantos?

—Bueno, memorizar versículos te ayuda a recordar que le perteneces a Jesús y que puedes confiar en Él en cualquier situación —explicó su abuela.

—Pero podría simplemente leer algunos versículos cada día y no trabajar tan duro para memorizarlos —insistió Renata.  Y sin importar cuántas razones le daba su abuela para demostrarle que aprender versículos valía la pena, la niña no estaba convencida.

Renata acababa de quedarse dormida esa noche, cuando le despertó Bigotes, el gato de su abuela, que lloraba en la puerta de la casa.  «Creo que Bigotes no estaba por aquí antes que la abuela se fuera a dormir», pensó la niña.  «Voy a dejarlo entrar».  Ella se bajó de la cama silenciosamente y salió al oscuro pasillo.

—¡Ay! —exclamó un momento después, cuando se golpeó el dedo chiquito del pie con la pata de una silla.  La niña todavía estaba sosteniendo su pie cuando su abuela abrió la puerta y encendió la luz—.  ¡Oh, abuelita! —dijo Renata—.  Bigotes está llorando porque quiere entrar.  No quería despertarte, ¡pero me machuqué el dedo del pie!

La abuela se aseguró de que el dedo de Renata estuviera bien, después dejó entrar al gato y todos se fueron a descansar.

A la mañana siguiente, durante el desayuno, la abuela tomó su Biblia.

—Creo que deberíamos aprender un versículo hoy —anunció con brillo en sus ojos—.  Es el Salmo 119:105.  Tal vez ya lo sepas: «Lámpara es a mis pies Tu palabra, y luz para mi camino».

Renata rio.

—Sí sé ese versículo y también sé por qué lo elegiste.  Ya entiendo el mensaje —la niña se frotó el dedo adolorido—.  Ya descubrí lo doloroso que puede ser cuando uno tropieza en la oscuridad.

—Así es —afirmó la abuela—.  Y es mucho más doloroso tropezar por la vida.  Necesitas la Palabra de Dios para que te ayude, te anime, te consuele y te guíe.

Renata asintió.

—¡Escojamos otro versículo para memorizar!

KIMBERLY COGAN

MEMORIZA VERSÍCULOS BÍBLICOS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:105

LÁMPARA ES A MIS PIES TU PALABRA, Y LUZ PARA MI CAMINO.

¿Sueles aprender versículos de la Biblia?  Está muy bien que los leas, pero cuando los memorizas, siempre los tendrás contigo.  Estos versículos te ayudarán cuando la tentación se cruce en tu camino.  Te consolarán en tiempos de problemas.  Te recordarán que Jesús te ama y que siempre está contigo.  Los versículos de la Biblia son una luz en un lugar oscuro.  Apréndelos de memoria y permite que la luz de la Palabra de Dios alumbre tu camino.

Clave de Hoy
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