Los implementos de Dios

Tato entró en la casa con los brazos cargados.

—Mamá, me inscribí para jugar fútbol americano —dijo mientras dejaba caer una montaña de implementos para fútbol sobre la mesa.

—¡Qué bien! —exclamó la madre. Ella recogió un protector bucal de la mesa—. ¿Qué es esto?

Tato sonrió.

—Protege mis dientes. Usamos protección acolchada, canilleras, cascos, protectores bucales… todo tipo de protección.

—¡Me alegra saberlo! —afirmó mamá—. No te olvides ninguna de esas cosas.

—No las olvidaré —le aseguró Tato—. Ya he aprendido lo importante que es. El otro día me olvidé de llevar mi protector bucal al entrenamiento y el entrenador Gómez no me dejó jugar sin él, así que tuve que regresarme a buscarlo. Y fue bueno. Cuando regresé, me dieron un buen golpe en la quijada durante la primera jugada. Me pude haber hecho daño sin el protector.

Esa noche, Tato le mostró sus implementos de fútbol americano a su padre.

—Yo usaba todas esas cosas cuando jugaba fútbol americano hace años —le contó papá—. De hecho, todavía utilizo implementos especiales de protección —el padre le guiñó el ojo a su hijo, quien se veía sorprendido—. Se le conoce como la armadura de Dios. ¿Sabes cuáles son las diferentes piezas?

—Oh, esa protección —contestó Tato—. Uno de los implementos es un casco, el casco de la salvación. Lo obtenemos al confiar en Jesús para que nos salve del pecado.

Mamá asintió.

—Y otro implemento es la coraza de la justicia. La usamos al recordar que Jesús nos reconcilió con Dios. Veamos… también dice que debemos ceñir nuestra cintura con la verdad. Eso significa que debemos usar la verdad de Dios para defendernos de las mentiras de Satanás.

—Y nuestros pies deben estar listos para llevarnos a los lugares donde podamos compartir las Buenas Nuevas de Jesús con otros —agregó Tato.

—¡Yo conozco uno! —gritó con entusiasmo Lauro, de cinco años—. Necesitamos espadas. Mi maestra dijo que la Biblia es nuestra espada.

—¡Muy bien! —le felicitó su madre—. La Biblia nos dice la verdad sobre Dios y quiénes somos en Jesús. También necesitamos el escudo de la fe, para que podamos confiar en Dios, pase lo que pase.

—¿Por qué necesitamos todos esos implementos? —preguntó papá.

—Porque Satanás quiere que dejemos de mirar a Jesús y que caigamos en el pecado y en la duda —señaló Tato.

El padre asintió.

—Correcto. La armadura de Dios es mucho más importante que tus implementos para el fútbol americano, hijo. Nos protege de Satanás, nuestro peor enemigo.

DORIS BANTJES

USA LA ARMADURA DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 6:11

REVÍSTANSE CON TODA LA ARMADURA DE DIOS PARA QUE PUEDAN ESTAR FIRMES CONTRA LAS INSIDIAS DEL DIABLO.

¿Estás usando la armadura de Dios? ¿Te has puesto el casco de la salvación al confiar en Jesús como tu Salvador? Cuando Satanás te susurra mentiras y trata de hacerte caer en el pecado o la duda, ¿permaneces firme en la verdad de Jesús? ¿Recuerdas que Él te reconcilió con Dios y tienes fe de que está contigo, pase lo que pase? ¿Compartes esa verdad con otros? Vístete de la armadura de Dios para que puedas permanecer firme contra el diablo.