Cargas pesadas

Rodrigo salió de su habitación y se frotó los ojos. Se sorprendió al ver a su madre sentada en su pequeña mesa de la cocina. Normalmente estaba en cama cuando él se levantaba para ir a la escuela, pero esta mañana ella estaba ahí sentada, todavía en su uniforme, y se veía agotada.

—Hola, mamá —saludó el niño—. ¿Qué haces todavía despierta? ¿No estás cansada?

La madre de Rodrigo era paramédica y trabajaba en el turno nocturno, conduciendo una ambulancia. Ella sonrió a medias.

—No estaba lista para irme a dormir —indicó—. Pasaron muchas cosas mientras estaba trabajando en la noche y solo necesito un poquito de tiempo para… procesar todo lo que pasó.

Rodrigo asintió. Desde que su familia se había mudado a la ciudad, el trabajo de su madre se había vuelto mucho más difícil. Veía cosas aterradoras todos los días. A veces oía a sus padres hablar sobre el trabajo de su mamá. Llamaban su ambulancia para ayudar a las personas heridas por drogas o disparos o accidentes de tránsito. Él sabía que su madre seguramente se sentía asustada o triste gran parte del tiempo.

Él la rodeó con sus brazos.

—Lo siento, mamá.

Él no estaba seguro de cómo consolarla. Detestaba ver a su madre tan desanimada. Cuando Rodrigo finalmente se separó de ella para servirse un poco de cereal, él pensó en qué podría animar a su madre si él estuviera en la posición de su mamá, y después sonrió.

—¿Sabes, mamá? El domingo el señor Roberto de la iglesia nos leyó un pasaje muy genial de Apocalipsis. Se trataba de cuando Jesús regrese y decía que no habrá más muerte ni llanto ni dolor. El señor Roberto nos dijo que Jesús viene a hacer nuevas todas las cosas.

Él observó cómo los ojos de su madre se llenaban de lágrimas, como si estuviera a punto de llorar.

—También nos dijo —continuó Rodrigo—, que, a pesar de que el mundo a veces puede ser oscuro, aterrador e injusto, tenemos la esperanza de que Jesús hará todo perfecto otra vez algún día, porque confiamos en Él.

Mamá se limpió los ojos con la manga de su uniforme.

—Creo que el Espíritu Santo me trajo el ánimo perfecto esta mañana —dijo con una voz temblorosa—. Gracias.

Rodrigo sonrió y mamá lo abrazó otra vez.

—Tal vez podamos leer ese pasaje durante el desayuno y después me iré a descansar.

EMILY TENTER

¡JESÚS HARÁ NUEVAS TODAS LAS COSAS!

VERSÍCULO CLAVE: APOCALIPSIS 21:4

ÉL ENJUGARÁ TODA LÁGRIMA DE SUS OJOS, Y YA NO HABRÁ MUERTE, NI HABRÁ MÁS DUELO, NI CLAMOR, NI DOLOR, PORQUE LAS PRIMERAS COSAS HAN PASADO. 

¿Alguna vez has sentido desánimo por las cosas que están pasando en el mundo? A veces todo el quebranto que nos rodea se puede sentir como cargas pesadas en nuestros hombros. ¿Te anima saber que Jesús regresará algún día para hacer perfectas y nuevas todas las cosas otra vez? Si confías en Él como tu Salvador, siempre tendrás esperanza porque Jesús derrotó al pecado y la muerte, y promete que compartirás una eternidad con Él que es perfecta y completa.

Clave de Hoy
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