Lo santo (y lo malo) del Viernes Santo
“El calendario está mal”, comentó Malena al entrar pisoteando en la cocina. “Dice que el viernes antes de la Pascua se llama Viernes Santo. Ese fue el día en que Jesús fue crucificado. ¿Qué tiene eso de santo?”
Papá puso su taza de café sobre la mesa. “Te lo voy a explicar, pero tenemos que regresar 33 años en el tiempo”.
Malena se sentó. “A ver, te escucho”.
“Toda la humanidad estaba separada de Dios a causa de nuestro pecado, y Dios tenía un plan para cambiarlo”, explicó su padre. “Pero eso significaba que Jesús, el hijo de Dios, tenía que dejar todo lo maravilloso del cielo para venir a la tierra”.
“Pero eso es malo”, opinó Malena.
“No, ¡fue bueno!”, aseguró papá. “Esto nos muestra cuánto nos ama. Jesús vino como un bebé y nació en un pesebre”.
“¿Un bebé nació en un pesebre apestoso?” Malena hizo una mueca. “¡Eso es malo!”
“No, fue bueno”, afirmó su padre. “Jesús se hizo como nosotros. Años después, comenzó Su ministerio y eligió a doce discípulos para que trabajen a Su lado. Él hizo milagros, sanó a los enfermos y enseñó a la gente acerca de Dios”.
Malena sonrió. “Seguro que todos lo amaban”.
“No todos”, señaló papá. “Algunos líderes le tenían mucha envidia y Judas, uno de Sus propios discípulos, lo traicionó”.
“¡Eso es malo!”, exclamó Malena.
“Pero también era bueno”, dijo el padre. “Eso llevó a Jesús a morir en la cruz”.
“¡Qué terrible!”, opinó Malena.
“Sí, la muerte siempre es mala, pero Dios usó el sufrimiento y la muerte de Jesús para un bien mayor. Jesús tomó nuestro lugar y pagó el castigo por nuestros pecados en la cruz. Luego lo sepultaron”.
“¿Sepultaron a Jesús?” Malena hizo un gesto negativo. “Eso es malo”.
“No, ¡fue bueno!”, expresó papá. “Tres días después, Jesús conquistó el pecado y la muerte al volver a la vida el Domingo de Resurrección, el día de la Pascua”.
Malena fijo su mirada en el calendario. “Eso significa que no tendríamos Pascua si no hubiera habido un Viernes Santo”.
“Entonces, ¿ahora sí dirías que es un día santo?”, preguntó su padre.
Malena dibujó una carita feliz en el Viernes Santo. “Sí, ¡santo y bueno!” — MATT SHOEMAKER
SIN EL VIERNES SANTO, NO HABRÍA PASCUA
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 10:9
SI CONFIESAS CON TU BOCA A JESÚS POR SEÑOR, Y CREES EN TU CORAZÓN QUE DIOS LO RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS, SERÁS SALVO.
¿Te preguntas por qué el Viernes Santo se llama así? Aunque fue terrible que Jesús sufriera y muriera, tenía que suceder para que tengamos el gozo de la Pascua. Jesús pagó el castigo por nuestros pecados con Su muerte en la cruz. A causa del Viernes Santo, podemos compartir Su victoria sobre el pecado y la muerte el Domingo de Resurrección si ponemos nuestra confianza. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas de lo que Dios hizo por ti en la primera Semana Santa).
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