Lección de un perro

“¿Podrías sacar a Sammy a pasear?”, le pidió su padre cuando Josué entró a la casa al volver de la escuela.  “Ha estado encerrado todo el día”.

“Yo también”, contestó Josué mientras tomaba la correa.  “No me gusta mi nueva escuela”. 

“Lo sé”, respondió papá.  “Tampoco me encanta mi nuevo trabajo”.

“Entonces, ¿por qué vinimos acá?”, preguntó Josué.

“Vamos juntos a pasear a Sammy y hablaremos de eso”, sugirió su padre.

Empezaron a caminar por la vereda y Sammy halaba con más fuerza en cada paso.  “Quiere correr”, comentó Josué.  “¿Le puedo soltar de la correa?”

“Todavía no.  Lo soltaremos cuando lleguemos a la zona canina del parque”.  Papá miró a Josué.  “Como sabes, tu mamá y yo sentíamos que Dios quería que nos mudáramos más cerca de tu abuela ahora que tu abuelito falleció.  También creemos que el sistema escolar de este lugar será mejor para Angelina”.

Josué asintió.  Su hermana menor tenía autismo.  “¿Por qué Dios no sanó a Angelina ni hizo que mi abuelo viviera?”  El niño sostuvo la correa con más fuerza cuando Sammy vio un gato al otro lado de la calle y empezó a ladrar y halar.  “¡Va a romper su correa si no lo suelto!”

Papá tomó la correa de la mano de Josué.  “Si lo sueltas, correrá detrás del gato y podrían atropellarlo.  Él no se da cuenta de que lo estamos protegiendo”.

“Nuestra tarea sería más fácil si él pudiera entenderlo”.

Su padre rio.  “Tal vez Dios siente lo mismo con nosotros.  Sammy no es lo suficientemente inteligente para entender por qué hacemos lo que hacemos.  Y nosotros tampoco podemos entender lo que Dios hace.  El habernos mudado podría parecernos una mala idea porque no pensamos como Dios”. 

Josué sonrió.  “¿Me estás diciendo que pienso como un perro?”

“No”, expresó papá.  “Piensas como humano”.

“Pero Dios no es humano”, agregó Josué mientras abría el portón de la zona canina del parque.

“Exactamente”.  El padre soltó la correa de Sammy y el perro corrió en círculos alrededor del árbol más cercano.  “No sabemos por qué Dios permitió que el abuelo muriera o que Angelina tuviera autismo, pero sí debemos recordar que Él nos ama tanto que envió a Su propio Hijo a nuestro mundo roto para salvarnos.  Dios nos promete que todo coopera para nuestro bien.  Quizá algún día todo tendrá sentido para nosotros”, explicó papá, antes de apuntar a Sammy.  “Pero, por ahora, solo tenemos que confiar en Él”.  —  HEATHER TEKAVEC

DIOS ES MUCHO MÁS GRANDE Y SABIO QUE NOSOTROS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 147:5

GRANDE ES NUESTRO SEÑOR, Y MUY PODEROSO; SU ENTENDIMIENTO ES INFINITO.

¿Hay cosas en tu vida que simplemente no tienen sentido?  ¿Te frustras con Dios por esa razón?  En lugar de dudar de Dios, recuerda que Su entendimiento es muy superior al nuestro.  Cuando tenemos que afrontar situaciones difíciles que no entendemos, Dios promete que estará con nosotros y hará que cooperen para nuestro bien.  Él es un gran Dios que te ama; confía en Él aun cuando no entiendas.