Lección de un hermano menor
—¡Los niños chiquitos son tan graciosos! —comentó Braulio riendo, al entrar en la cocina—. Félix y su amigo Ariel están jugando a las guerras. Están arriba, construyendo un búnker en la bañera, llenándolo de almohadas. ¡Será mejor que tengamos cuidado, papá! ¡Según ellos, hay bombas por encima de nuestras cabezas, submarinos alrededor de la casa y tanques de guerra que se acercan por las calles!
Papá rio.
—Ya veo a qué te refieres.
—¡Pero debes entenderlo, papá! —exclamó Braulio—. Yo estaba fuera del baño y oí que Félix decía: «¿Vas a ir al cielo, Ariel?», y Ariel respondió: «No sé». Entonces Félix dijo: «Podríamos morir en esta batalla y es muy importante que sepas que vas al cielo para estar con Jesús cuando mueras. Así que, ¡repite después de mí!». Y, papá, él guio a Ariel en una oración para aceptar a Jesús.
—¡Eso es maravilloso! —indicó el padre.
—¡Pero, papá! ¡El peligro ni siquiera es real! —opinó Braulio.
—Bueno, la guerra para la que se están preparando en la bañera sin duda no es real —admitió papá—. Pero estoy orgulloso de que mi pequeño hijo ame a su amigo lo suficiente como para querer que esté a salvo, incluso en una guerra de juego. Félix tiene razón, es importante saber si vas al cielo para estar con Jesús. Y cualquiera de nosotros podría morir en cualquier momento.
—Eso es verdad —afirmó Braulio—. Supongo que uno sí puede aprender de su hermanito menor. Sé que podría mejorar en esto de hablarles a mis amigos de Jesús —él frunció el ceño—. He invitado a Ángelo a los eventos de la iglesia, pero creo que nunca le he preguntado de frente si es salvo. Supongo que debería hablarle de eso, pero no estoy seguro de cómo empezar.
—¿Qué te parece si comienzas a hablar de eso con Dios? —sugirió papá—. Yo también lo hago. Después puedes regresar y veremos qué ideas nos vienen a la mente.
Braulio asintió.
—Está bien. Gracias, papá —el niño empezó a irse, pero se detuvo—. Pero ¿qué pasará con Ariel? ¿Crees que realmente es salvo ya?
—No lo sé —contestó su padre—. Si en verdad confía en Jesús, sí es salvo. Conversaré con él y me aseguraré de que entienda quién es Jesús y cómo puede saber si pasará la eternidad con Él.
ELSIE DODGE
CUÉNTALES A TUS AMIGOS SOBRE JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 71:15 (TLA)
AUNQUE NO ALCANZO A ENTENDERLO, A TODAS HORAS DIRÉ QUE ERES UN DIOS QUE SALVA CON GRANDES ACTOS DE JUSTICIA.
¿Sabes si tus amigos han confiado en Jesús como su Salvador? ¿Pasarán la eternidad con Él? Es una decisión importante que ellos deben tomar, y nadie puede estar seguro de cuánto tiempo le queda en la tierra para tomar esa decisión. Habla con ellos sobre esto. Cuéntales cómo Jesús te salvó y lo que ha hecho en tu vida. Comunícales que un día quieres verlos en el cielo con Jesús.
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