Las cosas que no puedes perder
Natanael dio unas palmaditas al bolsillo delantero de su mochila y no encontró nada, así que buscó en todos los demás bolsillos.
—¡Caleb, la perdí! —dijo con el corazón destrozado.
Caleb frunció el ceño.
—¿Qué perdiste ahora? —le preguntó a su amigo.
—La pequeña Biblia de cuero que mi papá me dio por mi cumpleaños. Tenía mi nombre grabado en la portada, así que es muy importante para mí. No debí traerla a la escuela.
—Claro que no, ¡por la forma en que siempre pierdes las cosas! —afirmó Caleb.
Cuando Natanael llegó a su casa, fue a la cocina donde encontró a su madre. Se sorprendió al ver que su papá también estaba ahí.
—No sabía que estabas en casa —comentó el niño—. Tu automóvil no está en el garaje.
—Perdí las llaves de mi automóvil, así que uno de mis compañeros de la oficina me trajo a la casa para usar la copia de la llave —explicó su padre—. Él me está esperando afuera.
En ese momento, Olivia entró por la puerta trasera y los interrumpió.
—¡Es terrible! —lloriqueó—. ¡Estoy perdiendo a mi mejor amiga! Marisa acaba de decirme que se mudará a otro estado el próximo mes.
—¡Guau! —expresó Natanael—. Papá perdió sus llaves, Olivia está perdiendo a una amiga y yo perdí mi Biblia nueva. Todos hemos perdido algo hoy. ¿Y tú, mamá? ¿Perdiste alguna cosa?
Su madre rio.
—¡Yo no! Al menos hoy no —contestó—. Como tu abuela solía decir, ¡qué bueno que sus cabezas están pegadas a sus cuellos o también las perderían!
—¡Sí! —exclamó Olivia—. Eso sería muy malo.
Papá sonrió.
—Bueno, me alegra que también haya también otras cosas muy importantes que nunca podemos perder —aseguró.
—¿Por ejemplo cuáles? —preguntó Olivia.
—Como el amor de Dios —respondió su padre—. El maravilloso amor de Dios siempre será nuestro. ¿Y qué me dicen de nuestra salvación? Dios nos ama tanto que nos ofrece vida eterna a través de Jesucristo. Todos los que confían en Jesús son salvos del pecado y se convierten en hijos de Dios, y nada podrá separarnos de Él jamás.
—Sí, es verdad —indicó Natanael—. Entonces, a pesar de que perdemos algunas cosas, ¡nunca podremos perder lo que realmente es importante!
Olivia asintió mientras ponía su mochila sobre la mesa. Entonces vio un bulto extraño en el bolsillo de adelante y lo abrió.
—Oye, Natanael —le dijo—. ¿Qué está haciendo tu Biblia en mi mochila?
HARRIETT A. DURRELL
EL AMOR DE DIOS ES PARA SIEMPRE
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 8:39 (NTV)
NADA EN TODA LA CREACIÓN PODRÁ JAMÁS SEPARARNOS DEL AMOR DE DIOS, QUE ESTÁ REVELADO EN CRISTO JESÚS NUESTRO SEÑOR.
¿Sueles perder las cosas? Es inconveniente si pierdes un libro, una tarea, tu gorra favorita o algunas de las cosas que te gustan mucho o que usas con frecuencia. ¿No te alegra saber que nunca perderás lo más importante, como el amor de Dios y la esperanza que tienes en Jesús? Si confías en Jesús, nada podrá separarte jamás de Él. ¡Puedes contar con el Señor por el resto de tu vida y por toda la eternidad!
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